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Actulizado 11:12 PM UTC, Mar 18, 2024

Poveda apabulla con ‘Enlorquecido’ en Starlite Festival

Starlite Festival. ‘Enlorquecido’. Cante: Miguel Poveda. Guitarra: Jesús Guerrero. Palmas y coros: Dani Bonilla, Carlos Grilo, Diego Montoya y El Londro. Percusión: Paquito González. Batería: Manuel Reina. Bajo: José Manuel Posada El Popo. Violín: Carlota Amargós y Olvido Lanza. Teclista: Jordi Cristau. Piano: Joan Albert Amargós. Coros: Esperanza León y Genara Cortés. Artistas invitados: Cante: Israel Fernández y Rubio de Pruna. Lugar: Cantera de Nagüeles en Marbella (Málaga). Día: Sábado, 28 de julio de 2018. Aforo: Lleno.

La gira de presentación de ‘Enlorquecido’, de Miguel Poveda, recalaba en el glamuroso Starlite Festival de Marbella y el cantaor catalán apabulló a los presentes con un recital de tres horas, en el que repasó el disco sobre Lorca, ofreció una pincelada de copla (Ojos verdes) y se explayó en la parte flamenca. Además, se mostró generoso con dos grandes cantaores, Israel Fernández y Rubio de Pruna, a los que admira, dándoles cabida en su espectáculo.

Poveda ha tenido la valentía y el acierto, pues sigue llenando recintos donde quiera que va, de adentrarse en el terreno de la poesía y, curiosamente, alejarse de la copla, que le permitió en su día llegar a un público masivo, y que tiene ahora una presencia testimonial en sus conciertos, reforzando su repertorio flamenco, cuyas letras ha renovado para la ocasión.

Un vídeo sobre Lorca precedió a su actuación. «Quiero dormir un rato, un minuto, pero que todos sepan que no he muerto», espetó antes de interpretar No me encontraron, tema tremendamente emotivo sobre la muerte del poeta granadino, pellizcando desde el inicio.

«Él está más vivo que nunca en este concierto. Me voy a detener en sus poemas de juventud. Dicen cosas maravillosas como estás…», anunció, para arrostrar temas más intimistas (Alba o El silencio) y clásicos populares que Lorca recuperó en su día como Los cuatro muleros.

El recital tuvo el encanto añadido de celebrarse  la noche del eclipse de la llamada luna roja y Poveda se detuvo a contemplarla durante unos instantes: «Aquí vienen muchos artistas internacionales, pero yo tengo la luna», espetó.

Canta Ojos verdes, «por Rafael de León y Lorca», única concesión a la copla, ante un público enardecido, que inmortaliza el momento con sus móviles. Acto seguido, interpreta Noche oscura del alma, de San Juan de la Cruz. Profundísimo.

Entre el público, Albert Rivera, líder de Ciudadanos, amigo y admirador confeso del artista, escucha El amor duerme en el pecho del poeta, otro tema intimista a solas con el piano maestro de Joan Albert Amargós. Con la banda al completo, que suena como un tiro, interpreta ¡Ay, voz secreta del amor oscuro! Momento álgido.
Tras esto, una píldora flamenca, rodeado de los cuatro palmeros en semicírculo, por bulerias pa’ escuchar…

Prosigue repasando los temas de su nuevo disco. «Mataron al hombre, pero no pudieron matar al poeta». Despide esta parte con Son de negros en Cuba y lanza toda una declaración de principios: «Dejar mi parte flamenca sería como mutilarme. Por aquí van a pasar artistas internacionales, pero ninguno canta por seguiriyas.» Jesús Guerrero, excelso, toca una rondeña.


Vuelve Poveda por malagueñas y abandolaos (rondeña y fandangos de Lucena). Para los tangos, invita a Israel Fernández, del que es admirador confeso. El toledano canta con sumo gusto y una facilidad pasmosa. Pareciera que no le cuesta lo más mínimo. Dúo espectacular y memorable.

Mientras, Víctor Fernández pinta un retrato de Lorca, que le entregará al cantaor al término de su actuación. Continúa por guajiras, «dedicadas a la madre que me parió y a mí niño de mi alma».

Se dejó el alma en las seguiriyas y para homenajear a Lole y Manuel, invitó a Rubio de Pruna, al que quien suscribe pudo ver sobre ese mismo escenario junto a Paco de Lucía, en su última actuación en España antes de su temprana muerte.

Amagó con despedirse por alegrías, pero
continuó por bulerias evocando a Bambino.
Para La leyenda del tiempo, llamó de nuevo a Israel Fernández. Apoteósico.

Ante la insistencia de un respetable entregado, concedió Alfileres de colores y un fin de fiesta por bulerías en el que practicamente todos cantaron y bailaron: el marbellí Dani Bonilla canta y Diego Montoya baila; ahora El Londro hace lo propio para la pataíta de Paquito González; Poveda canta y baila; Esperanza León pellizca con su cante para la pataíta de Grilo; y Genara Cortés despliega su torrente de voz para que bailen Bonilla y León.

Fotos: Juan Recio y Rafa Orozco.

 

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