‘Diverso’. Cante: Miguel Poveda. Piano y dirección musical: Joan Albert Amargós. Guitarra: Daniel Casares y Alejandro Hurtado. Percusión: Paquito González. Coros, palmas y cante: El Londro y Noemí Humanes. Palmas: Carlos Grilo. Batería: Manuel Reina. Bajo: Dani Arjona. Saxo: Carlos Sagaste Trombón: Roberto Pacheco. Trompeta: Frank Santiuste. Percusión latina: Yuvisney Aguilar. Lugar: Auditorio Príncipe de Asturias de Torremolinos (Málaga). Día: Sábado, 3 de diciembre de 2022. Aforo: Lleno.
Miguel Poveda está en estado de gracia. Cuenta por éxitos incontestables cada una de sus comparecencias desde hace años y la del pasado sábado en Torremolinos no fue una excepción. Presentaba su último disco, ‘Diverso’, y apabulló con su repertorio, su voz y su banda. El respetable, que llenó el Auditorio Príncipe de Asturias, disfrutó de lo lindo durante casi dos horas y media.
«Estoy que me canto encima», advirtió jocosamente el cantaor catalán después de dos meses sin cantar en directo, excepción hecha de su participación en un conocido programa de TVE.
Abrió su recital con La senda del viento, incluida en ‘Coplas del querer’, álbum que lo catapultó a la fama y prosiguió con su venerado Lorca (Gacela de la muerte oscura y Oda a Walt Whitman). Carlos Grilo y El Londro le marcan el compás de bulerías por soleá, que desemboca en bulerías, con letra dedicada a Torremolinos.
«Lo que más me gusta en el mundo -confiesa- es cantar flamenco, pero de vez en cuando necesito levantarme de la silla y hacer otras cosas». Así, interpreta Patria, Padre (que Serrat grabó en catalán a finales de los 70 y que Poveda canta en castellano, como concienciación medioambiental) y El gran barón (de Omar Alfano y Willie Colon, sobre un transexual que murió solo y despreciado en un hospital).
Sin solución de continuidad, a solas con el maestro Joan Albert Amargós, tango de Gardel (Cuesta abajo) a piano. Y de Argentina, Viaje destino México, ya con la banda, que introduce con la ranchera Volver, volver.
A dúo con Noemí Humanes, hija del compositor Antonio Humanes, canta Al pie de un árbol sin fruto, la petenera veracruzana y la flamenca, con la que pellizcan.
Como es habitual de un tiempo a esta parte, Miguel Poveda rinde homenaje al barrio de Badalona en el que se crió con el popurrí Chicheando.
Su banda le concede un descanso al interpretar las canciones populares (Los cuatro muleros, Los Pelegrinitos o Anda jaleo), que recuperó y musicó Lorca junto a La Argentinita, en las voces de Noemí Humanes y El Londro.
Vuelve el catalán por tonás y prosigue por seguiriyas, soleá, bulerías y remata esta tanda con la liviana: «A la orilla de un río me voy solo y aumento la corriente con lo que lloro». Continúa por alegrías, en las que le cede el testigo a El Londro, y bulerías de Cai.
«El cante es mi vida, mi esencia, mi raíz, mi punto 0. Lo disfruto mucho», asegura antes de presentar a Daniel Casares: «Quiero destacar a este pedazo de guitarrista de Estepona, donde yo vivo. Soy un malagueño más. Me han nombrado hijo adoptivo de Estepona». Y canta una letra que le dedica a esta localidad malagueña: «Con el permiso de mi Badalona me vengo a Estepona, aquí hay que morir».
Prosigue por malagueñas, con Casares al toque, momento álgido, que remata por abandolaos. Y dice adiós por bulerías («Ya estamos en Jerez»), homenaje incluido a El Bo, Moraíto, Fernando Terremoto y Fernando de la Morena.
Ya en los bises.Triana puente y La Habana, donde hermana los tangos de El Titi con los ritmos cubanos, y Diverso. Presenta cariñosamente a su banda y aún concedería Dame la libertad, de El Lebrijano, a un público completamente entregado. Apoteósico.
Fotos: Redes sociales de Miguel Poveda