‘Pepe Habichuela, 60 años de guitarra flamenca’. Artistas: Familia Habichuela, Miguel Ríos, Familia Morente, Familia Maya, Curro Albaicín y Alba Heredia, entre otros.
Lugar: Palacio de Congresos de Granada. Día: Sábado, 22 de diciembre de 2018. Aforo: Lleno (2.000 personas).
Maratoniano espectáculo el vivido el sábado 22 de diciembre en el Palacio de Congresos de Granada, en lo que fue un merecidísimo homenaje a uno de los decanos de la guitarra flamenca, el gran Pepe Habichuela, que cumple nada menos que sesenta años en el primer plano de la guitarra flamenca. Más de tres horas sin descanso. El público aguantó, desafiante, las más elementales leyes fisiológicas, disfrutando, como nunca, con las sagas más representativas del flamenco granadino.
Por allí pasaron guitarristas, cantaores, cantaoras, bailaores, bailaoras, recitadores, cantantes, palmeros, palmeras y percusionistas, alguno de los cuales no figuraba en el cartel que anunciaba el evento, mientras que otros de los anunciados no comparecieron. Esto desconcierta un poco a los aficionados que compran una entrada para ver a un determinado artista y aparece otro distinto. Pero como el nivel artístico de los sustitutos fue más que aceptable, el respetable quedó finalmente muy satisfecho.
De entrada, en una gran pantalla, se proyectaron imágenes con vivencias de Pepe Habichuela, muchas de ellas con Enrique Morente, al que siempre estuvo muy unido, siendo así que había quien dudara si el homenaje era al guitarrista o al cantaor.
Pepe abrió el tarro de las esencias, primero por soleá y luego por tarantas, solo en el escenario. Exhibió un amplio repertorio de recursos técnicos, preludio de una gran noche de virtuosos guitarristas. En un momento mágico de su actuación, por mor de los adelantos técnicos, llegó a acompañar al venerado Enrique Morente, cuya voz sonaba como si estuviera en el escenario rememorando viejos tiempos.
Miguel Ríos participó interpretando en solitario su tema ‘Boabdil El Chico ( se va al norte’) y, con Kiki Morente, unas alegrías compuestas por Ruibal, Habichuela y Morente padre. Kiki interpretó una granaína y terminó por tangos.
Soleá Morente cantó por bulerías y Curro Albaicín recitó, cantó y bailó por tangos y dio paso a la familia Maya, que se encargó del baile, con Iván por alegrías y Juan Andrés por seguiriya.
Juan Habichuela Nieto, que fue quien tomó el testigo, plasmó en un breve instante su enorme talento con una hermosísima pieza de vertiginosa digitalización. Y es que la guitarra estaba llamada a ser la protagonista de la noche. Sublime Juan Nieto, como sublimes estuvieron Josemi y Juan Carmona, que lo mismo muestran su virtuosismo tocando el flamenco más puro como tocando con un aire más pop o jazzero.
Juan Carmona a la guitarra y Pepe Luis Habichuela al cante interpretaron una soleá y dieron paso a Antonio Carmona, para regalar, con Viviré, el momento Ketama de la noche.
Alba Heredia cerró el capítulo de baile con una soleá en la que se lució aupada por los continuos aplausos del público como antes lo había hecho con los otros dos bailaores.
Alba, además de bailar, demostró sus dotes de presentadora anunciando a Estrella Morente, que ha crecido mucho como artista y como cantaora y que rememoró cositas que creó su padre con la guitarra del homenajeado, al que dedicó palabras de cariño y admiración.
Todo el plantel de artistas intervinientes, y otros muchos que por allí estaban, se sumaron a la pataíta final con villancicos flamencos y con un Pepe Habichuela agasajado y rodeado por los suyos, en una noche difícil de olvidar.
A modo de conclusión, el público disfrutó de una larga velada con cantantes de varios géneros musicales, con muchas tablas y mucho carisma en el escenario, como Miguel Ríos, Antonio Carmona o Estrella Morente, a los que habría que añadir las figuras emergentes de Kiki y Soleá Morente, un plantel de guitarristas absolutamente extraordinarios, con el propio Pepe Habichuela a la cabeza, su hijo y sobrino Josemi y Juan Carmona respectivamente y, cómo no, Juan Habichuela Nieto.
Además, los amantes del baile flamenco disfrutaron de la estética impuesta por los Maya (tío y sobrino) y Alba Heredia y de la gracia de Curro Albaicín, sin menospreciar al resto de participantes, que brillaron con luz propia. Fin de fiesta navideño, con un escenario abarrotado de artistas, amigos y familiares del homenajeado al que damos las gracias por todo lo que ha dado al flamenco y al que deseamos que siga enriqueciendo con su extraordinario talento por muchos años.