Niño Rubén (Doña Mencía, 1997) pasa por ser el creador del fagot flamenco, instrumento con el que interpreta e incluso compone en clave flamenca. Ha presentado sus credenciales en el Festival de Cante de Las Minas de La Unión y acompañado a José Mercé en su gira sinfónica como parte de la Partiture Philarmonic Orchestra. En 2017, pública ‘Al toque del fagot flamenco’, primera composición flamenca hecha para fagot, y el pasado año, el documental ‘El nacimiento del fagot flamenco’.
Dices en tu documental que “el fagot es uno de los instrumentos que menos mundo ha visto fuera de lo clásico y uno de los menos conocidos”. ¿A qué crees que es debido esto?
Creo que es un problema fundamentalmente de los compositores y de los propios fagotistas, porque no siempre es fácil apostar por algo que se desconoce y lanzarte a la piscina arriesgando tanto. ¿Si no apuestan los propios músicos por estos instrumentos desconocidos, como es el caso del fagot, cómo vamos a pretender que los conozca la audiencia que es ajena a esto? También he de decir que, afortunadamente, cada vez son más los que apuestan por su verdad, porque en definitiva el arte consiste en no traicionarse a sí mismo. Cada uno tiene que buscar el motivo por el cual está viviendo en este mundo y en estos años.
Pese a todo, elegiste el fagot. ¿Por qué?
Esta pregunta me la hacen siempre y nunca sé lo que contestar. Cuando yo entré en el Conservatorio, elegí el fagot porque me gustaba la música naturalmente, pero no conocía en general ninguno de los instrumentos que ofertaban allí. Ese día elegí el fagot como podía haber elegido otro cualquiera, fue el que me llamó la atención en ese momento. Por eso siempre digo que el destino o alguien ha querido que yo sea fagotista, porque ni siquiera los primeros años me llegó a gustar el instrumento. Me era muy incómodo de tocar, era muy engorroso y grande (cuando empecé era de la misma estatura que yo). De hecho, solo he podido escucharme sintiéndome identificado y gustándome lo que escuchaba cuando he tocado flamenco. Yo creo que si no hubiera llegado a esto, hubiese acabado dejando mi carrera sin terminar, después de más de diez años compaginando estudios de Secundaria y Bachillerato por la mañana y Conservatorio por la tarde.
“CADA VEZ SON MÁS LOS QUE APUESTAN POR SU VERDAD, PORQUE EL ARTE CONSISTE EN NO TRAICIONARSE A SÍ MISMO»
¿De dónde te viene tu afición al flamenco?
En mi familia yo soy el primer músico profesional y el primer flamenco. A nadie de mi familia le ha gustado el flamenco, se están aficionando ahora gracias a mí. Sólo le ha gustado este género a mis abuelos maternos, así que supongo que un poco me vendrá de ellos al escucharlo cuando era niño. Sin embargo, a los nueve años cuando entré en el Conservatorio olvidé esa infancia en la que la música andaluza era como una de las que perfumaban mi día a día. Camarón fue el que me hizo volver a descubrir el flamenco que protagonizó, por así decirlo, mi niñez en las calles de Sevilla y posteriormente en Doña Mencía. Esto me permitió tener la inquietud de conocer la música con la que siempre, y a veces sin saberlo, me he identificado.
¿Cómo se te ocurre la idea de interpretar e incluso componer en clave flamenca con un instrumento, al menos a priori, tan alejado del flamenco?
Ese tipo de ideas creo que no se te tienen que ocurrir. Yo creo que tiene que surgir de una manera natural, tiene que fluir como la propia palabra; o al menos así es como yo concibo la ‘innovación’. La composición llegó a mi vida por pura necesidad, como un grito, y no sé cómo pero yo ya incorporaba rasgos propios del flamenco (y en general de la música andaluza). Luego cuando fui investigando, por pura curiosidad, fui aplicando en mis composiciones estos rasgos de una manera más consciente, al igual que a la hora de llevarlo al fagot, todo de una manera muy natural. Al probar a tocar mi instrumento junto con un guitarrista flamenco sentí la libertad que no había tenido nunca y decidí embarcarme en este viaje para desarrollar al fagot dentro del flamenco como un protagonista más, aprovechando así para que este instrumento fuera por fin valorado y conocido por el público.
“AL PROBAR A TOCAR JUNTO CON UN GUITARRISTA FLAMENCO SENTÍ LA LIBERTAD QUE NO HABÍA TENIDO NUNCA»
¿Qué le aporta el fagot al flamenco?
El fagot, indiscutiblemente, le aporta al flamenco un color diferente. Gracias a este instrumento yo puedo canalizar mis sentimientos y mi modo de vida para que el publico me entienda sin necesidad de utilizar, a priori, ninguna palabra. El flamenco es como un ente vivo que va evolucionando y, a medida que va creciendo, nosotros somos los encargados de que éste simplemente tenga una manera diferente de pensar. Y precisamente creo que ahí está una de las claves de todo esto, porque el fagot aporta esa nueva forma de observar la cultura del pueblo andaluz, y mi forma concreta de observar el mundo. Sin embargo, yo no empecé este proyecto con grandes pretensiones. Me pregunto ahora, ¿qué es lo que me ha aportado el flamenco a mí? Éste simplemente me ha devuelto las ganas de luchar y de vivir, y eso siempre se lo voy a deber al flamenco.
¿Cómo recibe este instrumento el aficionado al flamenco que acude a verte?
Los flamencos, por regla general, me reciben bastante bien porque notan que sé lo que hago, que parto del origen y que siempre intento, de alguna manera, mostrar esa esencia primitiva que tiene el flamenco.
“LOS FLAMENCOS ME RECIBEN BASTANTE BIEN PORQUE NOTAN QUE SÉ LO QUE HAGO; PARTO DEL ORIGEN Y MUESTRO LA ESENCIA PRIMITIVA”
Citas en el cortometraje como tus referentes a Mayte Martín, Valderrama, Paco de Lucía, Dorantes, Camarón y Morente. ¿Qué te han aportado?
Cada artista te enseña involuntariamente algo, y es difícil que alguien no te aporte absolutamente nada, aunque sea aprendes algo que sabes que no quieres hacer. ‘El nacimiento del fagot flamenco’ es un proyecto en el que quise homenajear a estos artistas más destacados, pero no significa ni mucho menos que no haya más. Por ejemplo, Mayte Martín me ha enseñado la honestidad y Valderrama, la transparencia. Paco de Lucía me ha recordado la raíz y Dorantes, la creatividad. Con Camarón empecé a escuchar y a enamorarme del flamenco, y Enrique Morente simplemente fue el que me abrió los ojos para plantearme si mi instrumento tenía cabida dentro de este arte y que, de igual manera, éste está en continua evolución y cada artista puede aportar su visión y personalidad; y sigue siendo flamenco, porque lo importante es no olvidar lo que has aprendido de cada referente.
“MORENTE FUE EL QUE ME ABRIÓ LOS OJOS PARA PLANTEARME SI MI INSTRUMENTO TENÍA CABIDA DENTRO DE ESTE ARTE»
¿Cómo fue la experiencia de acompañar a José Mercé durante su gira sinfónica como parte de la Partiture Philarmonic Orchestra?
Esta experiencia fue muy simbólica y en un momento decisivo, porque había tomado la decisión de no actuar más dentro de una orquesta, o por lo menos alejarme de una vez de ese mundo clásico para dedicarme a lo que siempre había soñado. Yo participé en esta gira gracias a un premio que recibí de la Fundación Cruzcampo, justo un par de días después de realizar mi primera presentación con fagot flamenco en 2017. No sé por qué, pero a todo lo que hago en mi vida le acabo encontrando sentido, como que todo va tomando forma a lo largo de los años. Fue como ese abrazo que te da alguien cuando entras por primera vez a su casa, como una bienvenida por parte del flamenco, y como si me dijese de alguna manera el mundo clásico que siempre pertenecería a él; aunque siempre realmente me he sentido más flamenco que ortodoxo…
¿Cómo te sentiste actuando en un santuario del flamenco como el Antiguo Mercado Público de La Unión?
La verdad que éste ha sido uno de los objetivos que quería llegar a alcanzar a lo largo de mi vida, y he de admitir que llegó mucho antes de lo que esperaba. Al subirte a ese escenario no solamente ves desde aquellas tablas la llamada Catedral. Puedes sentir el peso que desprende aquel lugar por todos los artistas que han pasado y sentir el calor de un público que se entrega, si cabe, aún más de lo habitual. Llegué allí con muchísima ilusión, actué como cuando alguien le confiesa a otra persona sus deseos y me fui orgulloso por el trabajo que habíamos podido mostrar. Aunque no me gustan los concursos, yo me lo tomé como un recital más. Espero volver otro año cuando las circunstancias lo permitan, porque de verdad que me fui encantado y con muchísimos ánimos por parte del público.
“MI PRÓXIMO PROYECTO DISCOGRÁFICO SERÁ ‘LA CAHIYA DE MI ÇUEÑÔ, ESCRITO EN ANDALUZ”
Por cierto que, en esa actuación, estuviste acompañado únicamente por mujeres (guitarrista, cantaora y palmeras).
Así es, quería de esa manera dar visibilidad a la mujer, sobre todo a las guitarristas, porque creo que hoy en día se sigue viendo un poco raro este tema. Pero fundamentalmente fue un placer porque me vi rodeado de personas que me quieren tanto y que yo de igual manera aprecio, independientemente del género que sean.
Has publicado hasta la fecha ‘Al toque del fagot flamenco’, primera composición flamenca para hecha para fagot, y el documental ‘El nacimiento del fagot flamenco’ el pasado año. ¿Cuál será tu próximo proyecto?
‘Al toque del fagot flamenco’ es una soleá que publiqué a mediados de 2017, e intenta de alguna manera simular ese ‘toque’ netamente flamenco que ha ido construyendo la guitarra de concierto en las últimas décadas, entre la creación y la tradición. Este trabajo se va a reeditar este mismo año ampliando un prólogo inicial que incluía, porque el objetivo de ésta es asentar o dar esas primeras claves para entender la estética de la que parte el flamenco. En otras palabras, está pensado para que un fagotista, o cualquier instrumentista, se introduzca en el flamenco entendiendo precisamente su construcción, identidad e interpretación. Esta composición, al igual que muchas otras, formarán parte de mi próximo proyecto discográfico, llamado ‘La Cahiya de mî Çueñô’ (escrito en andaluz según la propuesta EPA). Este año intentaré, en la medida de lo posible, ir dando pequeños detalles. Ambos proyectos se iban a presentar el pasado 29 de abril en la Cátedra de Flamencología de Córdoba y el próximo 5 de junio en la sala Hinves de Madrid. Por desgracia todo ha quedado aplazado, aunque estoy buscando la mejor manera de poder exponer por lo menos esta nueva edición por Internet.