SUSANA LUPIÁÑEZ, LA LUPI PARA EL FLAMENCO (MÁLAGA, 1971), PRESENTÓ CON ÉXITO DE CRÍTICA Y PÚBLICO EL PASADO 14 DE DICIEMBRE SU NUEVO ESPECTÁCULO, ‘LENGUAJE OCULTO’, EN EL TEATRO CERVANTES DE MÁLAGA. Y HARÁ LO PROPIO EL 3 DE MARZO EN EL XXIV FESTIVAL DE JEREZ. CON TAL MOTIVO, CHARLAMOS CON ESTA DESTACADA BAILAORA Y COREÓGRAFA MALAGUEÑA.
¿Cómo se gestó la idea de tu nuevo espectáculo, ‘Lenguaje oculto’?
Primero porque soy muy inquieta. Y el proceso creativo lo paso super bien, que a veces es complicado. Había una idea de hace muchos años que yo tenía escrita. En los últimos espectáculos he hecho un flamenco más clásico, de corte más natural, con los estigmas que traigo de Madrid, a principios de los años 90, trabajando muchas formas vanguardistas… Pero después me tiré muchos años con un flamenco más clásico y quería romper un poquito y volver a ese estudio que tuve hace tantísimos años pero con todo el conocimiento de años después.
En anteriores montajes, te has inspirado, o se los has dedicado, a Pastora Imperio (‘Cartas a Pastora’) o a La Paula, en la apertura de la V Bienal de Málaga, en este caso ¿has preferido mirar hacía adentro…?
Totalmente. Sí en ‘La Paula’ o ‘Cartas a Pastora’ estoy contando una historia vivida por ellas. Siempre lo he dicho, jamás emulando su forma de bailar, si no estudiando a nivel personal su vida y trasladándolo al flamenco. Es de corte un poco más costumbrista, sin rozar lo que llamamos muy hecho, aunque en el proceso creativo siempre salen cosas nuevas y la imaginación está activada. Es mucho más intimista y personal en ese sentido. Es lo que yo siento cuando bailo, para que la gente lo sepa, sin necesidad de tener tanta coreografía o la utilización de tantos pasos.
“MI NUEVO ESPECTÁCULO ES MÁS INTIMISTA Y PERSONAL; ES LO QUE YO SIENTO CUANDO BAILO”
¿Cómo surgió tu colaboración en la gira ‘ArteSano’ de Miguel Poveda?
Miguel necesitaba una bailaora que llevaba tiempo buscando para su nuevo proceso de creación, ‘ArteSano’, y por mediación de un alumno mío que era amigo suyo le presentó mis vídeos que había en Internet… Nosotros nos conocíamos de los festivales flamencos, cuando él estaba por Andalucía y hacía todos los festivales. Como yo era de las primeras y él cerraba el festival, no coincidíamos. Esa noche se quedó viendo todos mis vídeos y me quiso llamar. Yo estaba en Nueva York y a través de Skype, estuvimos hablando muchísimo rato y me dijo que quería que estuviera en ‘ArteSano’. Para mí fue un antes y un después en mi vida, qué os voy a contar.
¿Qué supuso para ti? Imagino que fue un punto de inflexión en tu carrera…
Pues sí. Fue un punto de inflexión en mi carrera. Con él se aprende muchísimo, se aprende a cada segundo. Fue indagar en las raíces del flamenco y después un escaparate, a nivel nacional e internacional, grandísimo. Le estaré agradecida toda la vida y más.
“MI COLABORACIÓN CON POVEDA FUE UN PUNTO DE INFLEXIÓN EN MI CARRERA; LE ESTARÉ AGRADECIDA TODA LA VIDA»
Te recorres el mundo impartiendo cursos, clases magistrales o actuando, ¿Imaginaste en tus inicios que tu vida sería así de intensa?
Yo no he imaginado nunca. A mí cuando me dicen: «¿Estás cumpliendo un sueño o esto lo imaginabas?» Yo no he soñado nunca con nada. Es muy curioso. Yo sólo he soñado con bailar. Pero me daba igual bailar en mi bloque de Miraflores de los Ángeles para las vecinas de la planta o del bloque entero, que bailaba muchísimo, o en la calle. No he tenido nunca un sueño. Mi sueño era únicamente dedicarme a lo que más me gustaba y la superación propia del día a día. Sentir que aprendo, porque tengo mucha hambre de aprendizaje, muchísima. Pero no era algo que yo imaginara. Yo tenía mucha hambre y ya está. Es lo que me gustaba y lo que me gusta. Me encanta impartir clases y viajar. Además, viajo junto a mi compañero de vida, Curro de María. Y viajar los dos por el mundo y tener la vivencia de conocer a tanta gente… Y la docencia, que me gusta muchísimo.
Fuera de España, ¿en qué lugar o lugares percibes que el flamenco es mejor recibido?
Cada rincón del mundo tiene una forma especial de vivirlo. No voy a descubrir nada diciendo que tanto México como Japón son lugares de trádición de muchísimos años, de aprendizaje del flamenco y de vivirlo y de sentirlo como propio. En cualquier lugar del mundo y por muy remoto que sea, siempre hay una escuela de flamenco luchando porque se conozca en ese lugar el flamenco y se sepa qué es esa cultura.
¿Qué ocurre en Málaga con el flamenco que muchos de sus artistas, como es tu caso, deben buscarse la vida fuera?
Que los artistas malagueños nos tengamos que buscar la vida fuera es casi normal, porque si no eres de Madrid, de Sevilla o incluso de Graná, o Barcelona, que tienen muchísima infraestructura para los artistas flamencos, con tablaos, festivales flamencos… Pero es que incluso el festival flamenco es una vez al año o cada dos años y el tablao es un proceso en el que puedes estar un tiempo y volver… Te gusta cambiar de campo, como hacer creaciones en teatro, etc. El artista es nómada e inquieto por naturaleza y tiene que salir. Málaga no tiene tanta infraestructura como las ciudades que he citado, por lo que la gente tiene que salir fuera, pero eso ocurre en muchos lugares del mundo y de España.
Rocío Molina fue discípula tuya. Háblame de ella.
El talento de Rocío Molina traspasa a cualquier maestra. Yo siempre digo que he sido un instrumento más del destino, de la calidad y el talento de esta artista. Se nace y hay personas que hemos participado con un granito de arena en ese camino imparable de esta artista. Pero ella lo traía ya de fábrica. Sí es verdad que si tú, aparte de tener el talento, encuentras personas que te llevan bien por el camino, es maravilloso. Entonces, ocurre lo que ha ocurrido. Yo creo que soy destino de muchísimas alumnas, pero en el caso de Rocío me considero un instrumento.
“EL TALENTO DE ROCÍO MOLINA TRASPASA A CUALQUIER MAESTRA; HE SIDO UN INSTRUMENTO MÁS DE SU DESTINO»
Y también lo fueron Carmen Camacho, tu sobrina Sara Carnero, Rocío Portillo o Bastián Jiménez, entre otros muchos. ¿Qué les aportaste?
Todos los que has dicho, más Ana Alonso de Almería, que ha estado muchos años conmigo, y gente que se dedica al flamenco, que tiene su escuela, bailando, o están en grandes compañías. Siento un orgullo inmenso. El talento es de ellos. Es un 50 por ciento que tenemos cada uno. ¿Qué siento? Tú has asistido a muchas clases mías y ves con la intensidad y el amor que enseño. Cuando las veo dedicarse a lo que más les gusta y que yo he aportado para ello, pues me siento feliz. No puedo decir otra cosa, sólo estar orgullosa. Les aporté incluso lo que no tengo; hasta lo que no hay en mí para poder enseñar.
Deduzco que una pieza clave en tu puzzle artístico y vital es tu pareja, el guitarrista Curro de María. ¿Qué te aporta?
Pues todo, la estabilidad, cuidarme, mirar por mí como persona. Somos compañeros de vida, que es mucho más importante que pareja, que lo somos también, pero compañeros de vida abarca mucho más. Y él me pone mucho los pies en la tierra, no a nivel personal, que los tengo desde siempre, si no a nivel espiritual, porque yo estaría haciendo espectáculos cada seis meses y él me centra porque yo soy muy aire y me gusta vivir dentro de mi propio mundo. Curro es la banda sonora de mi vida.
“CURRO ES LA BANDA SONORA DE MI VIDA; SOMOS COMPAÑEROS DE VIDA; ME PONE LOS PIES EN LA TIERRA A NIVEL ESPIRITUAL”
¿Cuál es tu palo?
No tengo un palo concreto. Creo que depende de cada momento, en cada espectáculo, según lo que yo quiera contar. Sí es verdad que me encanta la seguiriya, la soleá, pero también las cantiñas, los tangos, las bulerías, el taranto… Los palos fuertes y serios me gustan muchísimo. La gente que no me conoce intuye mi sentido del humor, pero tengo un punto bastante lorquiano.
¿Un bailaor y una bailaora de antes?
Tengo muchos. No soy fanática de alguien concreto. Te tengo que decir Carmen Amaya porque sabemos que es imprescindible dentro del aprendizaje y el conocimiento de cualquier bailaor que ame esto y sea aficionado. Fernanda Romero también me gusta muchísimo. Antonio Ruiz me vuelve loca. Pastora Imperio, como ya sabéis. Son bailaores de repertorio, para aprender. Como coreografía, José Granero. Me encantan las bailaoras: Manuela Vargas… Un montón. Y bailaores, igual. Te he dicho Antonio Ruiz; Gades es imprescindible y Farruco, por supuestísimo.
¿Un bailaor y una bailaora de ahora?
Manuela Carrasco, Eva La Yerbabuena, por supuesto, Rocío Molina. Y como bailaores, Farruquito, Juan de Juan, son gente que me vuelven loca. Rafael de Carmen es un bailaor menos conocido pero que también todo el mundo tiene que llegar a conocer. Hay mucha gente que me encanta.
¿Por qué al baile y al toque se les permite una mayor libertad expresiva que al cante?
Porque en estos años el toque y el baile han ido creciendo mucho a nivel técnico y el cante es tan difícil, tan intocable, que se hizo tan sumamente bien y tan difícil, que es al revés, cuanto más escarbes en la raíz y en el conocimiento de los cantaores que han dejado ese legado tan grande, mejor cantas. Y la guitarra, igual. Tienes que aprender repertorio de antes. Y el baile, igual. Pero sí es verdad que se da mucho más al avance técnico.