Jordi Franco es general mánager de Solera Flamenca, tienda especializada en guitarras flamencas artesanas. Tomatito, Diego del Morao, Antonio Rey, Chicuelo, Rycardo Moreno, Joselito Acedo, Pedro Javier Gonzalez, Pedro Sánchez y Alberto Fernández se cuentan entre sus clientes habituales. Seleccionan con mimo de entre los mejores guitarreros las guitarras que incluyen en su catálogo y ahora, como novedad, también diseñan ellos mismos sus propias cuerdas. «Tenemos la mejor cuerda del mercado para guitarra flamenca», aseguran.
Tras la desaparición de la firma Luthier, os pusisteis manos a la obra y aseguráis haber logrado la cuerda perfecta.
Así es, después de cerrar la auténtica empresa Luthier hace dos años, pasamos un año intentando encontrar la alternativa perfecta, incluso hablamos con la viuda de Toni Acosta, dueño de cuerdas Luthier, fallecido hace dos años, para intentar descubrir la manera de poder comprar las máquinas, pero fue imposible, porque se vendieron en una empresa de Estados Unidos de guitarras acústicas. El nombre de la marca se vendió por otro lado y actualmente, bajo nuestro punto de vista, son otro producto totalmente diferente y muy alejado de lo que era; de todas formas nos gustaba su flexibilidad, pero la durabilidad era muy corta, posiblemente eran las cuerdas que duraban menos de todo el mercado, y por eso se vendían envasadas al vacío, por su propensión a la oxidación. Es por lo que decidimos estudiar alternativas y combinaciones de metales y nylon hasta dar con un producto del que estamos orgullosos y satisfechos; sin duda alguna, para nosotros, tenemos la mejor cuerda del mercado para guitarra flamenca.
¿Qué tienen vuestras cuerdas que no tengan otras?
Podríamos decir que es la perfecta combinación de flexibilidad y durabilidad en las cuerdas de acompañamiento, y, además de estas dos cualidades, se suma en las cuerdas de concierto el equilibrio con una misma pulsación entre todas las cuerdas. Había cuerdas en el mercado en las que funcionaban los tiples, en otras marcas nos gustaban los bordones de una tensión concreta, pero por desgracia ninguna completa al cien por cien.
«Es la perfecta combinación de flexibilidad y durabilidad en las cuerdas de acompañamiento, y además en las de concierto el equilibrio con una misma pulsación entre todas las cuerdas»
Aseguras en un vídeo en vuestra web que las marcas de la competencia se centran en las propias cuerdas a la hora de diseñarlas, pero que no tienen en cuenta a la guitarra, que puede sufrir por ello un deterioro.
Esto es algo realmente increíble y muy triste de asegurar, pero por desgracia así es… La guitarra flamenca actual no ha sufrido variaciones desde Torres, y la cuerda nunca ha tenido una tensión tan alta como la que ha tenido en los últimos quince años. Nuestra teoría es muy fácil de demostrar hablando con artesanos de primer nivel; también tengo que decir que hay artesanos que desconocen este detalle, por lo que se debe consultar solo con los de primer nivel y con mucha experiencia. Gracias a nuestra empresa, podemos ver, probar y revisar más guitarras en un año que cualquier artesano en toda su vida. Ésta es la realidad y por eso hemos llegado a esa desagradable conclusión respecto al daño que ocasionan a las guitarras las cuerdas de alta tensión o incluso las de media tensión de muchas marcas, ya que está de moda hacer las cuerdas gruesas y rígidas.
Incluso vas más allá y hablas de consecuencias para la salud del guitarrista, al que puede provocarle, por ejemplo, una tendinitis.
Sí, pero esto es simplemente por falta de cultura del instrumento; si tenemos una guitarra con cuerdas de alta tensión o de media tensión, duras, como he dicho anteriormente, la guitarra se vence de mástil hundiendo la tapa, pero muy poca gente se da cuenta de esto y continúa tocando como si no ocurriera nada, incluso muchos guitarristas van al artesano más cercano a pedirles que les bajen el hueso del puente porque su guitarra está muy alta de mano izquierda y no se han dado cuenta que el mástil está vencido, lo que aumenta mucho la tensión y causa una dureza en la mano izquierda y derecha exagerada. Pero al no ser consciente el guitarrista del problema, continúa tocando y creyendo que el problema lo tiene él mismo en sus manos por falta de estudio, o lo achaca a la pérdida de fuerza por la edad o forma física, causando problemas de tendinitis muy difíciles de curar, pudiendo convertirse incluso en un problema crónico para el guitarrista. Hay que estar atento a estos detalles y conocer muy bien el instrumento para que no ocurra esto.
«La guitarra flamenca actual no ha sufrido variaciones desde Torres, y la cuerda nunca ha tenido una tensión tan alta como en los últimos quince años«
Concluyes que esas otras cuerdas que se comercializan pueden servir para una guitarra clásica, pero no para una flamenca. ¿Por qué?
La guitarra española vivió en armonía siendo prácticamente igual para clásicos y flamencos desde su nacimiento hasta el primer cuarto del siglo XX, tan solo se diferenciaba por la madera utilizada; si era flamenca era de ciprés y si era clásica era de palosanto, pero a finales de los años treinta, la guitarra clásica tomó un rumbo diferente; esto fue propiciado en parte por Andrés Segovia; él era un dios tocando y la gente le seguía a ciegas sin cuestionar su gusto personal. A partir de ese momento, la guitarra clásica se hizo más pesada, con mucha más madera estructural en general y con tapas muy finas pero muy duras, causando más tensión en la pulsación, y por si fuera poco, con más altura de cuerdas, detalles que gustaban al maestro Andrés Segovia y que sin duda han guiado a la guitarra clásica a un camino que la ha separado de la construcción tradicional de Torres. En cambio, la guitarra flamenca guarda todos los parámetros de la segunda época de Antonio de Torres, desde finales del siglo XIX a la actualidad, y por eso las cuerdas deben ser flexibles y nunca sobrepasar los kilos de presión de las cuerdas antiguas, que oscilan entre los 38 y los 40 kg. de fuerza.
Habéis creado dos modelos de cuerdas, uno para la guitarra de concierto y otro para la de acompañamiento al cante y al baile. ¿Puedes explicar los motivos?
Los motivos son sencillos: la guitarra de concierto necesita, en nuestra opinión, un equilibrio en la tensión de las seis cuerdas perfecta, porque el guitarrista domina el instrumento con gran precisión y de esta manera consigue una dinámica y facilidad en el toque más cómodo y relajado; esto lo conseguirá con las cuerdas de concierto; en cambio, en las cuerdas de acompañamiento, se podría decir que la combinación que se ha utilizado, es la de toda la vida, en la que la primera y la sexta tienen un poco más de tensión que el resto de cuerdas y ésta sería la tensión a la que está acostumbrado cualquier guitarrista. Y además la vemos muy aconsejable para acompañamiento al cante o baile, donde se aplica normalmente más fuerza a la hora de rasguear o ejecutar una falseta.
«Las personas que todavía no nos comprenden lo harán en el futuro. La clave está en conocer el instrumento»
La clave, según sostienes, está en la cultura y conocimiento que se tenga sobre la guitarra.
Sin duda alguna. Las personas que tienen buenas guitarras y llevan muchos años estudiándolas o haciendo reuniones con amigos para hacer comparativas de guitarras de calidad y conocen la construcción de éstas, entienden perfectamente nuestra postura e indignación sobre las cuerdas que se están fabricando en los últimos años; las personas que todavía no nos comprenden lo harán en el futuro. La clave está en conocer el instrumento; la guitarra flamenca es la guitarra española, y es algo maravilloso y muy puro… descendiente directamente de Antonio de Torres y así será para siempre; el día que cambie, no se le podrá llamar guitarra española.
¿Qué consejo le darías a los guitarristas para mantener en buen estado las cuerdas de su sonanta?
El sudor humano contiene sal y es imposible crear una cuerda con un sonido bonito y natural que no se oxide; se le puede aplicar un tratamiento inoxidable, como hemos hecho nosotros, para que sean más duraderas, pero es irremediable que ésta se oxide. De todas formas, si después de tocar durante un periodo de dos o tres horas, se aflojan las cuerdas tres o cuatro vueltas de tuerca y se les pasa a los bordones un trapo húmedo con un poquito de alcohol, éstos durarán aproximadamente un 30 por cierto más de tiempo.
«Si a la persona le gusta un sonido con mucho brillo deberá cambiar los bordones cada 40 horas aproximadamente, en función del sudor de las manos de cada guitarrista»
¿Cada cuánto tiempo recomiendas cambiar las cuerdas de la guitarra?
En los bordones, depende del gusto personal de cada uno; con unas cuerdas flexibles la guitarra vibra más y tiene un sonido muy profundo y bonito, incluso con los bordones muy gastados, por lo que pueden durar sin problemas de 90 a 120 horas de uso, pero si a la persona le gusta un sonido con mucho brillo deberá cambiar los bordones cada 40 horas aproximadamente, en función del sudor de las manos de cada guitarrista; puede variar completamente de una persona a otra dependiendo de su sudoración. Respecto a los tiples, es otra historia… si no se aprecia en el nylon ningún defecto por el roce contra los trastes o las uñas de la mano izquierda o derecha pueden durar sin problema el triple de tiempo o más que los bordones.
¿Además de en Solera Flamenca, dónde se pueden encontrar las cuerdas que habéis diseñado?
En estos momentos trabajamos con la mejor distribuidora de productos musicales de España, su nombre es Valles Trade Music, y ellos las distribuyen a muchas tiendas físicas en España y Portugal. También se pueden encontrar en tiendas virtuales y en breve se podrán adquirir en Amazon. Es difícil hacer que lleguen a todos los lugares, pero después de mucho trabajo estamos consiguiendo que así sea gracias a la distribuidora y a muchos amigos que confían en nuestro producto y nos están ayudando.
SOLERA FLAMENCA
Calle Camí de l’Estació, 29
08233 - Vacarisses (Barcelona)
www.flamencoguitarsforsale.net/
Tlf:: 938 285 219
Skype: SoleraFlamenca
625 074 877 (Jordi)
699 146 130 (Carlos)
info@flamencoguitarsforsale.net