Ciclo ‘Andalucía Flamenca’. Organiza: Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM). Cante: Estrella Morente. Guitarra: José Carbonell Montoyita. Palmas y coros: Ángel Gabarre y Antonio Carbonell. Percusión: Pedro Gabarre Popo y Curro Conde Morente. Lugar: Auditorio Nacional de Música de Madrid. Día: Viernes, 24 de febrero de 2023. Aforo: Lleno.
El flamenco está compuesto por innumerables tipos de voces. Pero ninguna es como la de Estrella. Ni como la de tantos otros nombres que han ido dejando su huella en él.
Cuando uno se dispone a escuchar y a conocer de forma más o menos precisa el flamenco, a menudo se encuentra con ese característico quejío, casi de voz rota y arenosa, que parece transmitirse de generación en generación como marca de pureza flamenca. Una voz de colmao y de jaleo, de los ambientes en los que se desarrollaba antiguamente esta música. Sin embargo, si uno se deja llevar y descubrir por otros colores es posible que escuche algunos giros que se pierden entre notas, casi imposibles de reproducir idénticamente, y que también son sello de su personalidad. Hay veces, y ocurre solo en contadas ocasiones, que todo eso se junta y forma estrellas, tan especiales como la de los Morente, en la que, casi por herencia, se unen todas estas características y se crean otras.
La pasada noche del viernes 24 de febrero, el Auditorio Nacional de Música acogió a la mayor de la familia granadina. Participaba en el ciclo Andalucía Flamenca, organizado por el Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM). Esto predispone al público a la escucha de un flamenco que puede entenderse de cualquier manera, respetando siempre su principal definición. Y en esto encajó a la perfección Estrella Morente.
Con un flamenco que ya es tan suyo que no puede confundirse, incluyó en su repertorio algunos tangos, propios de su querida Granada, a conjunto con unos íntimos cantes de Levante que acompañó con su guitarra el maestro José Carbonell Montoyita, parte de su sangre, y otros palos más rítmicos en los que se permitía el protagonismo de los percusionistas Pedro Gabarre Popo y Curro Conde Morente, y de las voces corales de Antonio Gabarre y Antonio Carbonell.
Todo empezó muy flamenco, incluso por el mantón rojizo que decoraba el cuerpo de la cantaora. Pero hubo más. Pues en la personalidad de una artista consagrada como ella, el cante va más allá y exploró otros territorios. Su pianista la acompañó vestida con un traje negro, más clásico, mientras ella se desgarraba el alma declamando letras que confundían el estilo bolero con la copla, y en las que recordaba emocionada a su padre Enrique, del que, como se pudo apreciar, guarda mucho.
Y el espectáculo terminó, dejando el recuerdo de su voz en los oídos del público madrileño. Como una fiesta, familiar e íntima, en la que su voz se mezclaba con los jaleos y con el silencio de un auditorio que pronto rompía en aplausos, tras haber entendido la personalidad ante la que estaba: «La estrella que en el camino nos alumbrara».
Fotos: Elvira Megías.