Aroa Cala, cantaora y reconocida saetera portuense, protagoniza ‘Las pasiones de Cristo’, obra flamenca y cofrade pergeñada por el guitarrista jerezano Santiago Moreno. La cita es mañana (18.00 horas) en el Teatro de Los Remedios de Sevilla.
Cala y Moreno estarán arropados por los bailaores jerezanos Irene Olivares y Jaime Cala y la agrupación del Santísimo Cristo de la Humildad y la Paciencia del Puerto de Santa María
Así reza la sinopsis: «La Fe, en estos tiempos tan extraños y confusos que se están viviendo, se ha demostrado para muchas personas como el único refugio donde guarecerse. Esa fe universal, liberada de fronteras y acentos, que pone a salvo a todo aquel que se siente a punto de caer. ‘Las pasiones de Cristo’ es una obra flamenca y cofrade, tan andaluza como española, que nace con la intención de curar a través de su lenguaje humano y libre de estereotipos caducos. Un espectáculo que a los más incrédulos les servirá para entrar de lleno en la historia de unos hombres y unas mujeres que cambiaron el curso del planeta y que a los más creyentes les mostrará un rayo de esperanza en estos meses oscuros donde todos tenemos la obligación de proyectar un mundo más posible y solidario».
Y prosigue: «Aroa Cala, cantaora flamenca y reconocida saetera del Puerto de Santa María, será el eje vertebrador donde irá desarrollándose las catorce estaciones de la pasión de Cristo. Su voz será el alma del hombre caído, describirá el encuentro de la madre con el hijo. Será por seguiriyas el último aliento en la cruz. Arropada con la música del guitarrista jerezano Santiago Moreno y de los acordes metálicos de la magistral agrupación del Santísimo Cristo de la Humildad y la Paciencia del Puerto de Santa María iremos sintiendo, y en muchos casos padeciendo, la penitencia del hombre y el dolor de la propia María Magdalena. Sufrimiento antiguo descrito a través de un lenguaje global y moderno adecuado a este nuevo siglo. Una obra que recogerá desde la saeta más tradicional y jonda hasta novedosos bailes cofrades por farrucas o peteneras teatralizados por dos maestros del baile jerezano como son Irene Olivares y Jaime Cala. La banda rompe el silencio de la platea. Suena el himno y el pellejo tenso del animal. Tiemblan las voces de los poetas. Brilla el dorado del metal en el raso de la sangre. De luto universal la cantaora. Marcha el palo santo de la guitarra con la queja del tambor. Se rompió el velo del templo. Sol y luna se eclipsó. Parece que todo fue ayer. Y la cruz proyectando su alargada sombra hasta los confines del tiempo. Qué será de nosotros cuando somos nuestras propias respuestas».
