IV Bienal de Arte Flamenco de Málaga 2015. Cante: Virginia Gámez. Guitarra: Andrés Cansino y Curro de María. Palmas y coros: Paco Carmona y José Antonio Rojas. Percusión: David Galiano. Violín: Nelson Doblas. Artista invitada: Mayte Martín. Lugar: Auditorio Edgar Neville de Málaga. Día: Viernes, 24 de abril de 2015. Aforo: Lleno.
Virginia Gámez desmintió el dicho de que ‘Nadie es profeta en su tierra’ y ejerció como tal en la presentación ante sus paisanos de su estupendo disco de debut, ‘Soñé’, en una noche memorable, de emociones que traspasaban el escenario, de comunión con el repetable, que la despidió enhiesto con una larga ovación.
Tras una espectacular entrada, de pie, pellizcando por malagueñas, exhibió su poderío vocal en la rondeña del disco. «Permitidme que me meta un poco el corazón para dentro», bromeó. Prosiguió por tangos (Caminante tú que llegas), en los que recuerda un poco a El Lebrijano, pero con su sello personal y letra de su autoría.
En la seguiriya a palo seco, se mostró portentosa y profundísima. «¡Qué grande eres!», le espetaron. «1,58», respondió con su característico sentido del humor. Y del desgarro en alta voz a la dulce queja de la milonga- vidalita (Puerta entorná), bellísima, doliente, paño de nuestros dolores, en este caso con Curro de María a la guitarra. Tanto él como Andrés Cansino, que también ha producido el álbum, supieron arroparla en todo momento con su toque preciso.
Curro de María le concedió un respiro al tocar una pieza instrumental junto al violinista Nelson Doblas, una preciosidad. Vuelve Gámez por bulerías, como el disco, clásicas pero adaptadas a los tiempos que corren, una delicia. Agradeció la presencia, entre el público, de las cantaoras Mayte Martín y Antonia Contreras y la bailaora La Lupi antes de arrostrar unos fandangos de Huelva.
Es un secreto a voces que lleva a Málaga («Niña bella y cantaora que a todas horas me hace soñar») por bandera y así lo dejo patente en los deliciosos tanguillos que dan título al disco, inspirados en el paseo marítimo de su ciudad natal. Pero, fue en las cantiñas cuando puso en pie al respetable. «Agradecida y emocionada, sólo puedo decir gracias por venir», espetó emulando a Lina Morgan.
Y como guinda a una noche para el recuerdo, Mayte Martín, la banda sonora de su vida, según propia confesión, a la que perseguía de festival en festival en compañía de su padre, la cual le ha regalado un bellísimo tema para el disco, ‘Música de mi locura’, que interpretaron a dúo, con Juan Ramón Caro, al toque. Una clara muestra de la generosidad de la catalana y máxima expresión de amistad. Quien también se la demostró fue La Lupi, que se descalzó para bailar mientras ella cantaba por bulerías, ya en el fin de fiesta, al que también se sumó Martín, que desarmó a los presentes con su emocionada versión del bolero Un compromiso.