Festival Rock Andaluz ‘Todo es de color’. Triana. Alameda y Medina Azahara. Lugar: Auditorio Municipal de Málaga. Día: Sábado, 1 de mayo de 2016. Aforo: 4.000 personas.
Fueron cinco horas de rock andaluz, en una noche mágica que congregó a unas cuatro mil almas en torno a tres grupos legendarios del género. Abrió el fuego Triana, que, pese a no contar en sus filas con ninguno de sus miembros fundadores, deleitó al respetable con un cancionero plenamente vigente. Alameda intentó mantener el nivel y lo consiguió, pese a tratarse de una propuesta menos rockera y más melódica, con sus clásicos y alguna que otra afortunada versión. Medina Azahara puso el broche de oro a una noche memorable y mágica de rock andaluz.
El grupo del añorado Jesús de la Rosa supo captar la atención del respetable desde los primeros acordes de En el lago. Como ya he reseñado, el peso del repertorio de esta banda mítica pudo con la ausencia de componentes originales en sus filas, por la muerte de De la Rosa y de Juan José Palacios ‘Tele’ y el retiro voluntario de Eduardo Rodríguez.
La banda, comandada ahora por Juan Reina, guitarra y voz, y el excelso guitarrista Pájaro hizo las delicias del público con Señor Troncoso, Hijos del agobio, Una noche de amor desesperada… Con Tu frialdad, se alcanzó el momento culmen y dijeron adiós con Abre la puerta.
Alameda tiró de la gran voz de su líder, Pepe Roca, sus clásicos (Aires de la Alameda como tema bandera, una preciosidad) y estupendas versiones de La leyenda del tiempo (no se olvide que participaron en la grabación del mítico álbum homónimo de Camarón), la copla Ay pena, penita, pena y Lunático, de Pata Negra, para mantener el nivel.
Rindieron, además, su particular homenaje a quienes les precedieron, con Hijos del agobio, y dijeron adiós con Hey Jude, de The Beatles, “un grupo al que le debemos muchísimo”.
La guinda a una noche mágica y memorable de rock andaluz la puso Medina Azahara. La banda cordobesa supo alternar clásicos melódicos de su repertorio, como Paseando por la Mezquita o Córdoba, con temas más contundentes, tales como Velocidad, que iniciaron con los acordes de Show must go on, de Queen.
El público, entregado, recibía con gozo la peculiar interpretación de los tangos Al padre santo de Roma, de Camarón, pasados por su particularísimo tamiz de heavy rock con acento del sur, pero también su hit Necesito respirar y una espléndida versión de Todo tiene su fin, de Los Módulos. Ya en los bises, sonaron Otoño y Siempre estarás en mí.
