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Actulizado 1:01 AM UTC, Apr 24, 2024

El hechizo de Estrella Morente y la maestría de Tomatito

VII Bienal de Málaga. ‘Flamenco sinfónico’. Orquesta Sinfónica de Málaga, dirigida por Víctor Eloy López. Cante y baile: Estrella Morente. Guitarra: Tomatito. Lugar: Teatro Cervantes, de Málaga. Día: Martes, 28 de septiembre de 2021. Aforo: Completo.

Con un Cervantes repleto, en la primera actuación en la que las medidas contra el Covid no restringían la asistencia, escuchamos, a modo de introducción, el tercer movimiento de la Danza Fantástica de Joaquín Turina. Buen comienzo para una noche mágica.

El director de la Sinfónica de Málaga, Víctor Eloy López, saluda al público y anuncia el programa: Concierto de Aranjuez del Maestro Rodrigo; Farruca ‘Danza del Molinero’, del Sombrero de tres picos de Falla y El Amor Brujo, también de Falla.

Aparece Tomatito para interpretar el primer movimiento ‘Allegro con spirito’, de los tres que componen el concierto. El silencio se ve roto por la maestría del guitarrista. Toca sin partitura, toca con el alma. De la frescura del allegro pasamos a la solemnidad del ‘Adagio’. Sin duda, éste es uno de los temas más versionados. Paso lento, conducido por el corno inglés. Violines, violas, violoncelos, arpa… oboe, clarinete, flauta, trompa, fagot… entran en diálogo con la guitarra.

‘Allegro gentile’, tercer movimiento, es el más corto de este Concierto de Aranjuez, pero no por ello menos intenso. El guitarrista almeriense se ha preparado concienzudamente para esta incursión en el mundo del clásico. Ha tenido que aprenderse de memoria cada movimiento de esta pieza, que, a decir de los entendidos, es de técnica difícil. La versión del guitarrista es íntima y, a la vez, poderosa; con algunas escalas y rasgueados propios del flamenco, pero respetando siempre lo que marca el Maestro Rodrigo.

Esta obra, tras su estreno en 1940, alcanzó gran popularidad dentro y fuera de España, convirtiéndose en una de las obras más interpretadas de nuestra música clásica. No podemos olvidar la versión que ofreciera, en 1991, Paco de Lucía, todo un referente para la guitarra flamenca. Tomatito se ha enamorado de esta obra. En una ocasión dijo que “le gusta hasta al que no le gusta la música”. Su arduo trabajo con José Carlos Linares y con José María Gallardo dio fruto. Puede estar satisfecho porque, en efecto, esta música “toca las fibras del alma de la humanidad”. Un sentido abrazo del guitarrista con el director de la orquesta pone fin a la actuación.

Es el momento de la farruca ‘Danza del molinero’, del Sombrero de tres picos, de Manuel de Falla. Con ella, la Orquesta Sinfónica de Málaga se prepara para acometer la obra más representada y versionada del músico gaditano, ‘El Amor Brujo’. Compuesta a principios del siglo XX, ha sido considerada como una de las obras más innovadoras de la centuria. Narra el amor y la pasión de Candela, una gitana cuya relación con Carmelo se ve ensombrecida y atormentada por su antiguo amante. Los sentimientos afloran: amor, pasión, miedo, tristeza, encanto y seducción se van a dar la mano en este espectáculo.

Una elegante Estrella Morente, vestido rojo y abanico en mano, irrumpe en el escenario al tiempo que el telón de fondo se tiñe de rojo pasión. El humo crea una atmósfera de misterio. La cantaora presta su flamenca voz a la ‘Canción del amor dolido’. A continuación, recita el ‘Romance del pescador’, preñado de lirismo: “… El llanto del corazón// por el rostro me caía…// ¡A la cueva de la Bruja tengo que acudir,// si ella no me da el remedio,// me quiero morir».

La presencia de la cantaora granadina afincada en Málaga acapara la mirada de todos: su porte, su voz cuando canta o recita, los gestos de su cara… se expresa con todo el cuerpo, se mete en el personaje y actúa. Sabe transmitir. Y también baila. Es espectacular la ‘Danza ritual del fuego’, el baile con mantón, cómo agita el simbólico fuego con las manos al son de la música. Se oye el chasquido de sus dedos, gira y gira sobre sí misma y acaba tirada por el suelo. ¡Qué buena semilla para el baile sembró su madre, Aurora Carbonell!

Y llega la ‘Canción del fuego fatuo’… “Lo mismo que el fuego fatuo// lo mismito es el querer// Le huyes y te persigue// le llamas y echa a correr…” Con ella suena diferente. Se va creando el ambiente para el tema final, ‘Las campanas del amanecer’: “Ya está despuntando el día// ¡Cantad, campanas, cantad!// que vuelve la gloria mía”.

El público estalla en aplausos. Se suceden los saludos de Estrella, Tomatito, Víctor Eloy López y los componentes de la Orquesta Sinfónica de Málaga. Cantaora y guitarrista se saludan, hablan entre ellos y deciden regalar al auditorio un improvisado fandango. Es como si se quisiera subrayar esta noche que la música clásica y el flamenco pueden ofrecer un buen maridaje. ¡Quien mejor que Manuel de Falla para certificar esto!

Texto: Inmaculada Gavilán y Antonio Gavilán.

Fotos: Lorenzo Carnero (Agencia Punto Press)

Galería fotográfica por Lorenzo Carnero.

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