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Actulizado 11:01 AM UTC, Apr 26, 2024

El Festival de la Escuela de Baile Marichú, muestra del curso más difícil

Festival de la Escuela de Baile Marichú. Baile: Alumnos de la Escuela de Baile Marichú. Dirección ballet clásico: Laura Ruiz de Morales. Dirección baile flamenco: Marichú Ocaña. Presentación: María José López. Lugar: Teatro Isabel la Católica de Granada. Día: Miércoles, 16 de junio de 2021. Aforo: Lleno (200 personas).

Marichú Ocaña y Laura Ruiz de Morales presentaron en el Teatro Isabel la Católica un festival de baile con sus alumnos, a modo de muestra de lo que han trabajado en el curso más atípico, difícil y extraño de la historia. El curso 2020/2021 se recordará como el curso de la pandemia, del COVID y de la COVID, del confinamiento, del distanciamiento social, de la mascarilla y del gel hidroalcohólico.

Escuela de Baile Marichú

No se resistieron a cerrar la escuela y montaron sus clases online. Descubrimos el Zoom y muchos vecinos se acostumbraron a los tangos de las seis, las alegrías de las siete y el aplauso a los sanitarios de las ocho. Por fin se pudieron reanudar las clases presenciales, con limitación de aforos y como en aquella sevillana se sucedieron las olas y en la primera se miraron cara a cara, en la segunda no se podían coger por el talle ni juntar las caras, en la tercera zapatearon con garbo y en la cuarta los lances definitivos. Esperemos que no haya quinta ola, como no hay quinta sevillana.

Aún así las bailarinas, los bailaores (en clara minoría) y las bailaoras dieron un grandísimo espectáculo, como si de profesionales se tratara. Sin duda que hay cantera y algunos darán mucho que hablar, como lo han hecho decenas de ellos de las promociones anteriores.

Escuela de Baile Marichú

En este curso, dice Marichú, ha habido que prescindir de guitarristas y cantaores por motivos de aforo y todas las coreografías llevan el sonido grabado, porque así se han ensayado en las clases.

El orden y la disciplina que impone Marichú a sus pupilos, junto con la elegancia del vestuario hace que la puesta en escena sea un placer para los sentidos. Como de casta le viene al galgo, Laura imprime el mismo sello en su parcela de ballet.

La presentación del evento corrió a cargo de María José López, que, con su peculiar estilo, ensalzó la labor de las profesoras e hizo un resumen cronológico del paso y evolución de su hijo por la escuela.

Escuela de Baile Marichú

En la primera parte pudimos disfrutar de fragmentos de ballets como la Fantasía Egipcia, a la que las mascarillas le daban su punto de enigma oriental, Cucú, Caperucita Roja o Lalaland.

La segunda parte fue para los grupos de flamenco, que con un amplísimo rango de edades interpretaron martinete, El Vito, tangos, tarantos, bulerías, caña, bambera o romeras. Las mascarillas se incorporan como complemento a juego con el vestuario y no impiden apreciar los ceños fruncidos. Vemos estilos muy distintos, porque cada uno tiene una manera de sentir y de expresar que no se pueden reprimir sin el riesgo de robotizar al grupo, como vemos demasiado a menudo.

Con un baile por romeras despidieron el curso, con el deseo de repetir el próximo en condiciones normales, lo que significaría haber salido de esta pesadilla que tanto daño ha hecho al flamenco, a la cultura y por supuesto a las personas que han perdido a un ser querido.

Escuela de Baile Marichú

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