Concurso Flamenco de la Federación de Peñas Flamencas de Málaga (XII de Cante y V de Baile). Cante: Morenito Hijo y Jesús Reyes. Guitarra: Ismael Rueda. Baile: Ana Pastrana (Cuadro: Cante: Abraham Campo y Juan Ángel Tirado. Guitarra: Manuel Fernández) y Nicolás Jurado (Cuadro: Cante: Fran Blanco. Guitarra: Francisco Cerdán). Lugar: Auditorio Edgar Neville de la Diputación de Málaga. Día: Jueves, 5 de noviembre de 2019. Aforo: Casi lleno.
Ana Pastrana, malagueña de Archidona, y Jesús Reyes, cordobés de Lucena, se impusieron al malagueño Nicolás Jurado y a Morenito Hijo, gaditano de La Línea, en las categorías de baile y cante, respectivamente, en la final del Concurso Flamenco de la Federación de Peñas Flamencas de Málaga, celebrado anoche en el Auditorio Edgar Neville de la Diputación Provincial.
En dicho certamen, dirigido a menores de 35 años, con el objetivo de dar visibilidad a jóvenes promesas del flamenco, los ganadores obtuvieron 1.500 € y sendos contratos para actuar en dos peñas flamencas, en tanto que los finalistas lograron 1.000 € y un contrato en una peña. El jurado estuvo compuesto por Sebastián Fuentes, Juan Caro, Juan Recio y Sara Carnero, en tanto que el acto lo condujo María José Martín.
Abre el fuego Ana Pastrana, conocida y reconocida bailaora malagueña que presentó su espectáculo ‘Zambra’ en la pasada edición de la Bienal de Málaga. Muy bien arropada por Abraham Campo y Juan Ángel Tirado, al cante, y Manuel Fernández, al toque, baila un taranto. Para, templa y manda. Ora grácil, ora contundente. Remata por tangos, flamenquísima y tremendamente sensual.
Nicolás Jurado, otro habitual de la escena flamenca malagueña, fue un muy digno finalista, exhibiendo un gran nivel. Por seguiriyas, se mostró viril y contundente, sin perder su centro, pero utilizando diversos recursos expresivos para enriquecer su baile. Estuvo acompañado por Fran Blanco, al cante, y Francisco Cerdán, a la guitarra.
Vuelve Pastrana por soleá, que remata por soleá por bulerías, contenida al inicio y frenética después.
Jurado, con atuendo de bandolero y castañuelas, elige la caña para su segundo pase. Con temple y jondura, su baile se vuelve vertiginoso por momentos.
Turno para el cante de José Campos Morenito Hijo, vástago de Morenito de Íllora, con Ismael Rueda, guitarrista oficial, al toque. Principia por soleá, con gusto, conocimiento y enjundia, pellizcando. Prosigue con los tangos de La Repompa, que ralentiza. Dominador de los cantes de compás, se despide con la malagueña del Mellizo, rematada con los cantes de Juan Breva, la parte que le restó opciones de victoria.
Por su parte, Jesús Reyes, también finalista en la pasada edición, con Ismael Rueda a la sonanta, comienza con la malagueña de La Trini y rondeña, con maestría. Le dedica al añorado Antonio de Canillas la petenera de La Rubia («El que se tenga por grande, que se vaya al cementerio y que vea cómo es el mundo…»), pellizcando y exhibiendo un gran torrente de voz, que sabe domar con sapiencia. Termina por alegrías, luminosas, con un pequeño desajuste que no afectaría al resultado final.
En el adiós, mientras el jurado delibera, Ismael Rueda, muy aplaudido durante el concurso, deleita al respetable por soleá, primero, y bulerías, después, como guinda a una noche de arte.