Berza Flamenca. Cante: Amparo Heredia y Luis Perdiguero. Guitarra: Rubén Lara. Día: Sábado, 7 de noviembre de 2020. Lugar: Peña Juan Breva de Málaga. Aforo: Lleno.
Amparo Heredia y Luis Perdiguero ofrecieron un mano a mano en la Peña Juan Breva de Málaga en el que gustaron y se gustaron; deleitaron al respetable, ávido de espectáculos flamencos en los tiempos que corren, y a sí mismos, pues sus rostros irradiaban felicidad. Estuvieron muy bien acompañados por Rubén Lara, flamenquísimo siempre, al toque.
Abre la cantaora malagueña por tientos-tangos, pellizcando, rebuscándose. No se olvide que los tangos son uno de los cantes bandera de su casa cantaora (es sobrina de La Repompa), pero también evoca a Morente (La Estrella). Los vellos como escarpias.
Por granaínas, suena dulce como el caramelo y estremece, al igual que Rubén Lara a la guitarra, por soleá. Momento álgido.
En las bulerías, se suma Pepe Satorre, guitarrista y directivo de la Peña Juan Breva, a las palmas. Heredia exhibe gusto, compás y sapiencia. Interpreta Corazón loco, de Bambino, poniendo el alma, y Dos gardenias, de Machín. Como diría el Sabio de Tarifa, «eso es distinto».
Turno para Luis Perdiguero, que principia por soleá por bulerías, dedicadas a El Álvarez, allí presente, «el que mejor canta por fandangos». Se aprecian en su cante sus raíces jerezanas (es familia de los Paulera).
Por seguiriyas, el cantaor malagueño se transforma y expresa la pena abriéndose en canal y rematando espamódicamente con la cabal.
Ofrece, acto seguido, unos enjundiosos tientos-tangos, antes de cantar por fandangos, entre ellos de El Chocolate. Intenso, emotivo, transmite casi sin querer. Remata la tanda puesto en pie con una letra alusiva al Cautivo de Málaga.
Dijo adiós por bulerías, muy personal, histriónico y sobrado de compás. Se sintió a gusto y lo transmitió.
Fotos: Raúl Aguilera