Cante: Sanuel Serrano y El Chato de Málaga. Guitarra: Ismael Rueda. Compás: Kiko del Tiriri y Kikone Santiago. Lugar: Peña La Malagueña de Málaga. Día: Sábado, 12 de diciembre de 2020. Aforo: Lleno.
Antonio Medina, vicepresidente de la Peña, procede a presentar el nuevo cartel de este Centro Cultural, que a partir de ahora va a servir de fondo del escenario del local. Aparecen reflejados en él una imagen de El Chato durante una actuación, la bandera de Málaga y Andalucía, una guitarra con biznagas, la paloma de la paz, la torre de la Catedral y una playa malagueña.
Sube al escenario El Chato de Málaga, que se arranca por soleá: «La rosa que yo he cortao…» Siguió con los conocidos tangos Sufro por los ojos negros: «La suerte y la inteligencia//se pelearon un día//y la suerte le decía//te voy a tratar sin conciencia//ya te acordarás algún día».
Y por bulerías dio paso a la actuación de Samuel Serrano.
Samuel Pimentel Serrano, chipionero que, a sus veintiséis años, se ha convertido en una de las voces más prometedoras del flamenco. Decir que es de la estirpe de los Agujetas de Jerez de la Frontera son palabras mayores.
Comienza con aires gaditanos, por alegrías. Y a renglón seguido, muestra la pureza de su cante por soleá: «(…) Soñé que Tomás El Nitri me llevaba de la mano».
De este cantaor se ha dicho: “Podrías cerrar los ojos escuchándolo cantar y recordar al viejo Juan Talega, Chocolate, Terremoto o Mairena”. Así es y así lo pude comprobar cerrando los ojos para escuchar el taranto Entre verdes matas: «El alcalde de Guadix// ha publicao en un bando//que las cañas de maíz// no las lleven arrastrando// que tienen que servir». Ahí estaba Chocolate.
Pisar despacio y fuerte es uno de los lemas de Samuel. Aprender de grandes profesionales y dejarse aconsejar por ellos, ha comentado. Se siente cómodo por seguiriyas y deleita a su entregado público con una de ellas. ¡Pa’ quitarse el sombrero!
El recuerdo de El Chocolate volvió por fandangos: “La copa a mí me despreció// y sin yo saber por qué// a los pies me la tiró// dio media vuelta y se fue”.
Y para rematar esta gran actuación, cante por bulerías. La guitarra de Ismael Rueda acompaña a la perfección el cante del chipionero y muestra su virtuosismo y soltura, no en vano cuenta con una amplia experiencia en el acompañamiento al cante, además de como solista.
El sabor de las bulerías va a cerrar esta gran tarde flamenca en la que los asistentes disfrutaron con el arte de estos dos cantaores y este buen guitarrista. La enhorabuena de Pellizco Flamenco a la Peña La Malagueña.