XLIII Festival Flamenco Castillo del Cante de Ojén. Cante: El Pele, La Macanita, Antonio Reyes, Pedro El Granaíno, Julián Estrada. Guitarra: Niño Seve, Manuel Valencia, Diego del Morao, Antonio de Patrocinio Hijo y Manuel Silveria. Baile: Antonio de Verónica y Saray Cortés. Lugar: Patio del CEIP Los Llanos de Ojén (Málaga). Día: Sábado, 5 de agosto de 2017. Aforo: Lleno.
Ojén, en su cuarenta y tres aniversario, rinde un caluroso y merecido homenaje a la quinta llave del cante, viva afortunadamente, Antonio Fernández Díaz Fosforito. Un festival marcado por los cantes de compás, siendo los más interpretados soleá, seguiriya, bulerías y tangos y, dentro de los cantes libres, los fandangos. Noche mágica con predominio de dichos palos.
Abre el festival un gitano con voz afillada de pellizco, llamado Pedro Heredia, de procendencia granadina, de ahí su nombre artístico, Pedro El Granaíno, acompañado a a guitarra por el cordobés Antonio de Patrocinio Hijo. Comienzan por soleá Alcalá, pasando por Cádiz y finalizando por Utrera. Seguidamente, nos sorprenden con unos tientos en los que evocan a dos de los genios más innovadores del flamenco, Camarón y Morente, y observo justo delante de mí a una chica llorando de la emoción. Noche mágica sin duda. Una vez más, nos hace recordar al genio de la Isla, en este caso interpretando un taranto, y sigue con taranta de Linares finalizando con el taranto atribuido al Tonto Carica Dios, el cual tantas veces cantó el homenajeado Fosforito. Continuamos por seguiriyas, dando un repaso por Sevilla y la Cherna de los puertos, con un publico entregado. Tanto el cantaor como el guitarrista se vienen arriba y para finalizar su actuación nos ponen la piel de gallina con un ramillete de fandangos recordando a grandes del flamenco como Chocolate, Caracol y Camarón, entre otros.
Turno ahora para la cantaora jerezana Tomasa Guerrero Carrasco, La Macanita. Ya desde muy pequeñita cantaba y bailaba con mucho arte y fue testigo televisivo del programa Rito y geografía del cante. Pese a que, en el cartel, se anunciaba a Manuel Valencia por algún contratiempo le sustituye Antonio Higuero. Ambos son magníficos guitarristas. La Macanita comienza por tientos-tangos, haciendo un recorrido por Cádiz y algo de Pastora Pavón, también Jerez, cómo no; continúa con una soleá de Alcalá pasando por Utrera con final de La Andonda. Seguiriyas de Jerez acordándose al final del gran Parrilla de Jerez; cómo no, finaliza su actuación por bulerías al compás de Jerez y aquí sí que se crece esta genial artista.
Continúa el cordobés Manuel Moreno Maya, más conocido como El Pele, artista consagradísimo, con muchos premios nacionales importantísimos y una forma muy personal de cantar sin salirse en ningún momento de los patrones que marca nuestro maravilloso arte. Como buen caracolero, comienza con una zambra acompañado por uno de los bordones mineros de la guitarra flamenca, El Niño Seve. Enseguida, se mete en faena con una soleá apolá, haciéndole su mejor homenaje al maestro Fosforito, ya que éste bordaba las soleares apolás. Pasamos a la seguiriya, donde nos regala la seguirilla de la primera llave del cante, Tomás El Nitri, rematándola por cabales. Continúa por alegrías, las cuales personaliza mucho, basándose en cantiñas como las del Pinini. De pronto, coge la guitarra del Niño Seve y se autoacompaña para interpretar un tema precioso, Alfonsina y el mar, aflamencándolo y con pellizco. Pasamos a los fandangos. Ofrece un ramillete de naturales y, aunque es caracolero, los personaliza bastante. El último se le atribuye a Gordito de Triana. Ahora, un poquito por tangos del Moro, según comenta viniéndose arriba. Finaliza por bulerías.
Después de un breve descanso, homenajeando con video incluido al maestro Fosforito, pasamos al baile de Antonio de Verónica y Saray Cortés. Comienzan por alegrías, rematándolas por bulerías de Cádiz. Luego, tanto Saray como Antonio hacen su actuación independiente, poniendo el corazón. Personalmente, me gustó más Saray con todos mis respetos para el gran artista Antonio.
Pasamos a otro artista cordobés, concretamente de Puente Genil, Julián Estrada, acompañado a la guitarra por Manuel Silveria, también cordobés y consagradísimo. Inician su actuación con una soleá de Alcalá muy pausada, como debe ser la de Alcalá, rematándola por La Andonda. Continúa por malagueñas, curiosamente la única malagueña ejecutada en toda la noche, de Antonio Chacón, rematada con tres abandolaos (Verdial de Fosforito, rondeña y fandango de Frasquito Yerbabuena). A continuación, unas alegrías con entrada libre y un poco de cantiñas rematando por arriba. Sigue por tangos, repasando las ocho hijas de nuestra Andalucia (Este tipo de tangos los popularizó el gran cantaor malagueño conocido como El Chino), le incluye un poco Extremadura, un fandango de El Carbonerillo metido lógicamente por tangos y remata con El río Guadalquivir, bulería que tan bonita le salía al gran Jiménez Rejano. En definitiva, unos tangos muy bien montados. Para finalizar su actuación, un ramillete de fandangos naturales en los que recuerda a grandes maestros como El Carbonerillo o Manuel Torre, entre otros, y sorprende con una letra dedicada al maestro Fosforito.
Concluye el Castillo del Cante con el chiclanero Antonio Reyes, gran conocedor de los cantes de compás y un gran fandanguero, muy caracolero por cierto. Acompañado de un jerezano, hijo del gran Moraíto Chico, llamado Diego del Morao. Comienza su actuación por alegrías de Cádiz, recordando al gran Aurelio Sellés y a Curro de Utrera con sus famosas alegrías de Córdoba. Continúa por soleares de Alcalá y tangos tirados para atrás, haciendo una entrada por zambra del genio Caracol. A mi entender, un poco frío, algo normal, pues comenzó su actuación a las cuatro de la madrugada. Sigue por bulerías, donde se viene un poco arriba y nos regala once minutos de puro compás tirado para atrás. Una maravilla. La guitarra de Diego, espectacular. Y remata su actuación por fandangos naturales recordando al genio Caracol.
Fotos: Anerol Fotografía.
