Benalmádena Guitarra Flamenco Fest. Guitarra: Juan Ramón Caro. Lugar: Peña Flamenca La Repompa – Castillo Bil Bil de Benalmádena (Málaga). Día: Martes, 4 de junio de 2019. Aforo: Lleno.
Juan Ramón Caro es un guitarrista excelso, virtuoso del toque en sus tres facetas, para el baile, para el cante y como concertista, que fue la que exhibió en el Castillo Bil Bil de Benalmádena, aunque también cantó en un par de ocasiones. Casi hora y media de un recital memorable.
Otro estupendo guitarrista y amigo, Andrés Cansino, lo presentó como «uno de los mejores guitarristas del mundo. Hay buenos ejecutantes y compositores. Él es un compositor excelente; tiene sello. Es un creador que crea escuela; hay generaciones de guitarristas que copian sus falsetas. Buena parte del éxito de los artistas a los que ha acompañado, se debe a su música, que es sublime. También, por supuesto, a la voz de esos cantaores, como Mayte Martín. Tiene armonía, ritmo, flamencura… Lo mejor que se puede ver en guitarra y en un entorno reducido».
Abrió Caro con Mantilla de feria, de Esteban de Sanlúcar, que también grabó Paco de Lucía y que lo retrotrae a su infancia. Prosiguió por Levante, con una taranta. Guitarra luminosa, cristalina; pulsación precisa y con alma. Es un consumado maestro y ejerce su magisterio.
Introduce Azucarito, la guajira de su disco ‘Rosa de los vientos’, con una adaptación de Recuerdo de la Alhambra, de Francisco Tárrega, demostrando su enorme calidad como concertista. Inmenso.
Confiesa que la decisión de presentarse «solo ante el peligro, como Gary Cooper», le ha intranquilizado: «Llevo pensando en este día desde que me llamaron. Llevo varios días que no duermo».
Interpreta unos tanguillos y canta unos versos de Lorca que él mismo musicó. No se olvide que Juan Ramón Caro, amén de un grandísimo guitarrista, es un gran aficionado al cante. Su música te ensancha el alma y, además, canta…
También canta por soleá, que grabó en su día bajo el título de La Campana, con la voz de su padre, otro gran aficionado. «No sé qué tiene este cante, porque me duelen las carnes cantando por soleá». Suena clásico y moderno a un tiempo, a gloria bendita en cualquier caso..
La bulería por soleá que, según anuncia, formará parte de su próximo disco, suena flamenquísima. Como curiosidad, utilizó otra guitarra para esta pieza, «no para vacilar, sino por tener una afinación específica», que explicó a los aficionados.
Tras arrostrar una rondeña por bulerías con predominio del pulgar, interpretó Chicago, las seguiriyas de su disco, que registró con el añorado Morente, a quien se las brindó: «A su memoria y su legado». Le encogió el alma a los presentes.
Dijo adiós, sutil y contundente, por bulerías, que dedicó a su pareja artística y vital, Antonia Contreras, «una de las mejores cantaoras de Málaga». El respetable lo despidió con un largo, caluroso y merecido aplauso.
