Manolo Sanlúcar dice adiós a los escenarios. Así lo anunció, el pasado sábado, tras su actuación junto a la Orquesta Sinfónica de Málaga, en el marco de la III Bienal de Flamenco de Málaga y como cierre al Festival de Música y Danza de la cueva de Nerja, con su obra Medea, sinfonía que escribió para el Ballet Nacional de España en 1984. «Dejo la guitarra a partir de hoy. He estado esperando para despedirme con un público andaluz y hoy lo hago. Estoy contento y orgulloso de despedirme de toda España desde aquí, en Málaga», aseveró -visiblemente emocionado- sin profundizar en los motivos que le han llevado a tomar esta decisión.
No obstante, el guitarrista gaditano tiene todavía algunos conciertos comprometidos en el extranjero desde el pasado año que cumplirá antes de su retirada definitiva. Además, según comentó en Onda Cero en los días previos a su actuación en Nerja, se halla inmerso en la preparación de una obra flamenca de carácter enciclopédico, en la que han participado otras primeras figuras de este arte, la cual confía -según sus propias palabras- que vea la luz dentro de un año, aproximadamente.
Manuel Muñoz Alcón, Manolo Sanlúcar para el flamenco, nació en la localidad gaditana que le da nombre en 1943 y es uno de los grandes de la guitarra flamenca. En su dilatada trayectoria, ha acompañado, entre otros, a Pepe Marchena, La Paquera de Jerez y Pepe Pinto y ha grabado veintidós discos, entre los que destaca Tauromagia, considerado por muchos como el mejor disco de guitarra flamenca de la historia. Ha compuesto, asimismo, varias obras sinfónicas para guitarra y orquesta, como la citada Medea. La rumba Caballo negro, incluida en su disco ‘Sanlúcar’ (1974) le proporcionó un salto de popularidad que le abrió las listas de éxitos radiofónicos y, por ende, los grandes escenarios.