Adiós a Cristóbal Ruiz Martín, Rubio de Los Boliches para el arte, que falleció la pasada madrugada a los 78 años.
Se ha ido un gran aficionado y un referente del flamenco en Fuengirola, que como solía decir Antonio Roca, «podía haber vivido de su cante».
«He sido un aficionado al cante muy malo», confesaba en la entrevista que Salvador de la Peña le realizó en mayo de 2009 para el libro ‘El cante flamenco en Mijas y Fuengirola (1905 – 2010)’, que firmaron al alimón el periodista marbellí y Sebastián Fuentes.
Y proseguía: «Según los que me han oído, yo podía haber sido algo más en el cante, pero al ser un mal alumno en el flamenco, siempre canté lo mismo. La ‘mijita’ que canto, la siento y eso te lo digo con el corazón, porque me gusta… pero no he sido un cantaor, porque no me he preocupado lo suficiente. Y tiene su explicación, no me planteé nunca vivir del cante. Yo tenía mi trabajo y entonces el cante lo hacía por afición. Sí, como el que coge la bicicleta o el que coge la guitarra. No he prosperado mucho, pero bueno con esto no quiere decir que esté disgustado, no, yo estoy contento con lo que he hecho. Lo poquito que hago, lo hago a mi manera, siempre basándome en las fuentes antiguas, porque yo no he creado nada. Desde que se creó lo que está hecho, nadie, digan lo que digan, ha creado nada nuevo, algunos incluso han roto lo que se había hecho».
Su maestro fue -según asegura el cantaor fuengiroleño en la citada entrevista- Juanito Valderrama: «Lo que más me ha gustado y lo que más me ayudó a conseguir los conocimientos que tengo ha sido escuchando a un hombre que apenas se le ha dado el mérito que tiene. Ese hombre, como se dice hoy, innovó el flamenco. Hizo cosas que nadie, siempre bajo mi punto de vista, ha igualado, las cosas tan bonitas que hacía. Hablo de Don Juan Valderrama Blanca. Ése ha sido el cantaor más grande que ha dado el flamenco. Se metió en el otro mundo, porque así ganaba mucho dinero, pero lo que hacía, lo bordaba. Más tarde me tiré por otros estilos de cante, pero mi maestro, te repito Salvador, ha sido Valderrama, el más grande de toda la historia. En la actualidad lo sigo escuchando; de él y de otros cantaores de aquella época. Vallejo, Chacón, Cepero, Niño de la Huerta, La Niña de la Puebla, etc. Todos han sido unos genios, pero mi favorito, Don Juan Valderrama«.
En estos términos reseñó Paco Gil una de sus últimas actuaciones, en 2016, en la Peña Unión del Cante de Fuengirola-Mijas para Pellizco Flamenco: «La guinda la puso El Rubio de los Boliches, uno de los artistas veteranos de la zona que más transmite y que, pese a no encontrarse muy bien de voz, se atrevió con una malagueña de Chacón rematada con abandolaos, recordó a Pepe Marchena en la milonga y deleitó al respetable con unos fandangos de Huelva y también personales, de El Peluso y Macandé«.
