I Muestra para programadores internacionales (SGAE). Cante: Esperanza Fernández. Guitarra: Jesús Guerrero. Baile: Ana Morales. Percusión, palmas y coros: Dani Bonilla y Jorge Pérez. ‘Babel’. Guitarra y composición: Rafael Fernández. Flauta y composición: Fran León. Cante: David de José. Percusión: Lucas Balbo. Bajo: Agus Espín. Lugar: Auditorio del Museo Picasso Málaga. Día: Sábado, 21 de mayo de 2016. Aforo: Lleno.
Como clausura de la I Muestra para programadores internacionales ‘Flamenco EÑE’, la noche del 21 de mayo, se desarrolló con dos sesiones manteniendo la filosofía que durante estos días ha mantenido la muestra; es decir, combinando figuras consagradas con jóvenes talentos de la escena flamenca nacional.
Hay que hacer mención especial a la oportunidad que ha tenido el público aficionado presente en Málaga de disfrutar en las instalaciones del museo Picasso de este elenco de artistas que durante estos tres días han participado en esta primera muestra. Ni que decir tiene que, por solo cinco euros, se ha podido disfrutar de nuestro mejor arte dentro de un entorno íntimo con un aforo máximo de 172 plazas y que lógicamente estuvo totalmente cubierto.
‘Babel’ abre el espectáculo de las 22.00 horas representado por el quinteto de la guitarra y composición de Rafael Fernández, el flautista y segundo compositor Fran León, la percusión de Lucas Balbo, David de José al cante y Agus Espín al bajo.
‘Babel’, a través de su primer disco, ‘Camino a Ítaca’, representa la nueva generación flamenca catalana de sus dos compositores, junto a algunos músicos de renombre de Barcelona, como Lucas Balbo, David de José, Agustín Espín, Jorge Mesa (El Pirata), Rafael Bueno, Jordi Bonell o Roger Blavia, entre otros.
Como colofón, la cantaora sevillana Esperanza Fernández cerró la muestra acompañada de la ya consagrada y maravillosa guitarra de Jesús Guerrero y el embrujo de Ana Morales, que hipnotizó al público con la mejor sensualidad del baile flamenco, arrancando sus ovaciones. Dani Bonilla y Jorge Pérez completaron, con percusiones, palmas y coros, la representación.
El espectáculo de la trianera cautivó a los presentes y supo a poco, ya que el formato de la organización obligó a recortar la actuación del cuadro artístico que, a compás de bulerías, por la Paquera de Jerez, se despidió de una manera acelerada y simpática del público asistente y, en definitiva, de estas jornadas flamencas, que deberían tener continuidad en los años venideros y lograr el efecto perseguido sobre los programadores internacionales (promotores de nuestro flamenco fuera de España).
