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Actulizado 11:07 PM UTC, Apr 27, 2025

La Macanita y Rafael de Utrera, esencia flamenca

Ciclo ‘Flamenco en el Soho’. Cante: La Macanita y Rafael de Utrera. Guitarra: Manuel Valencia, Pepe Fernández y Carlos Haro. Percusión: Carlos Merino y David Galiano. Palmas y compás: Chicharito de Jerez, Javier Peña, Diego Montoya, Manuel Macano, Diego Usero y Juan Carlos Usero. Lugar: Teatro del Soho de Málaga. Día: Domingo, 16 de marzo de 2025. Aforo: Casi completo.

Se presentaba la quinta edición de ‘Flamenco en el Soho’, en la que se nos brinda la oportunidad de disfrutar de siete espectáculos que se prolongarán hasta el viernes 11 de julio, con los artistas: Laura Gallego (9 abril); Aurora Vargas (30 abril); Israel Fernández (1 mayo); Manuel Liñán y Cia. (23 y 24 de mayo); Mayte Martín (25 de mayo) y Miguel Poveda (11 de julio).

Aparece La Macanita, elegante, con su mantón y vestido de volantes, zapatos color fucsia. Acompañada sólo por la percusión, de pie, como mandan los cánones, nos trae cantes de trilla. La luz cenital ilumina el escenario. Irrumpe en escena Manuel Valencia, que realiza, a modo de transición, un solo de guitarra, en el que el maestro muestra su virtuosismo. Y se abre paso la soleá: «…Cuando se murió mi mare// con mi pañuelo tapé su cara// pa’ que no tragara tierra// boquita que me besaba».

Tiene Tomasa Guerrero una voz profunda y racial, capaz de enamorar con el cante más jondo, pero también con los cantes festeros, como muestra ahora por bulerías, jaleadas en perfecta sincronía por sus cuatro palmeros. Esta noche La Macanita trae a Málaga su espectáculo ‘Oro Molío’, estrenado el pasado 23 de febrero, en el Festival de Jerez. Sin duda, en él, uno de los temas más emotivos y poéticos es la soleá por bulerías con la que ofrece homenaje a Fernando Terremoto, con letra de este mismo cantaor.

Y en el Soho se hace el silencio y en el silencio suena la guitarra; se abre paso la seguiriya: «Siente tú mis fatigas// siente tú mis penas// que yo también voy a sentir las tuyas// cuando tú te mueras». «Macanita, eres terapia: me has curao»», grita un espectador.

Para finalizar, la cantaora jerezana presenta a sus acompañantes y se despiden con la alegría y el jaleo de las bulerías, en las que Tomasa se arranca al baile y eso mismo hacen los demás artistas. El público se pone en pie y ovaciona en este fin de fiesta.

Con una estudiada escenografía llega el turno de Rafael de Utrera. Capote de paseo en el respaldo de la silla; chaleco verde con lunares negros y hombreras toreras. ‘Íntimo’ es el nombre de su espectáculo, donde quiere mostrar algunos de los cantes que han marcado su trayectoria como cantaor. Comienza con una imponente soleá apolá: «Si tu mal no tiene cura// que yo le estaba pidiendo a Dios// que en la misma sepultura// nos entierren a los dos». Los nudillos de los palmeros acompañan danzando sobre la mesa. El cantaor hace alarde de una voz portentosa, lo mismo sube hasta notas imposibles que baja casi susurrando. Carlos Haro nos va a deleitar con un solo de guitarra en el que hace gala de su sentido rítmico.

Da paso a un cambio de tercio por alegrías; la peculiar voz del utrerano, además de poseer un sello personal, es versátil. Y llega la vidalita; es éste un cante de ida y vuelta que no suele prodigarse mucho y del que han realizado versiones, entre otros, Enrique Morente, Carmen Linares y Mayte Martín. Rafael de Utrera se lo dedica a los refugiados que huyen de las guerras en cualquier parte del mundo: «Mi pena es más grande, vidalita, porque iba por dentro». Acompaña este cante, a la perfección, la guitarra de Pepe Fernández. Ser de Utrera imprime carácter y hoy no podía faltar una sentida plegaria a la Virgen de Consolación, patrona de dicha localidad sevillana.

Le sigue una seguiriya, que nos trae a la memoria a Perrate: «Dejadme que llore,// que quiero llorar// que se me ha muerto mi pare’// y no lo veo más”. Y el flamenco, en el que fluyen por igual penas y alegrías, nos trae para finalizar esta gala flamenca la fiesta de las bulerías, enlazadas con cuplé por bulerías, con «Un pan, dos pan, tres pan…», «María de las Mercedes…» o «Señorita». Tras algo más de dos horas de espectáculo, el público, puesto en pie, despide con una prolongada ovación a unos artistas que han aportado a nuestra intimidad auténtico oro molido.

Texto: Inmaculada Gavilán y Antonio Gavilán.

Fotos: Jesús Domínguez / Teatro del Soho CaixaBank.

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