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Actulizado 9:19 PM UTC, Dec 1, 2024

Entrevista a El Cabrero

José Domínguez Muñoz (Aznalcóllar, Sevilla, 1944), El Cabrero para el flamenco, es uno de los más singulares y controvertidos cantaores que ha dado el cante jondo. Pese a su rotundo éxito de público –sigue llenando dondequiera que va-, no ha prescindido de sus cabras, a las que considera su refugio. Ni siquiera cuando se embarcó en la gira norteamericana de Peter Gabriel, allá por 1993. Considerado un firme defensor de los palos tradicionales del flamenco, ha grabado, empero, dos discos de tango argentino (‘Sin remache’ y ‘Por los caminos del viento’) y colaborado en discos de grupos de rock (Reincidentes y Marea). Descolla en los palos más duros: seguiriya, solea y toná, no en vano obtuvo en su día dos premios nacionales (por soleá y por malagueña) en el Concurso de Arte Flamenco de Córdoba, si bien es muy conocido y reconocido por sus fandangos. Tras casi cuarenta años de trayectoria, en los que se ha mantenido fiel a sí mismo y a sus convicciones, volverá al estudio de grabación, tras su gira de verano, para registrar el que será su nuevo disco, ‘Pastor de nubes’.
¿Cómo ha podido compaginar durante todos estos años el cuidado de sus cabras con su actividad como cantaor, máxime en periodos en los que ha ofrecido infinidad de actuaciones, algunas de ellas en el extranjero?
Cuando más tiempo estuve apartado del cuidado de las cabras fue durante la gira con Peter Gabriel, que fue un mes seguido. Pero, como casi todo el año canto por aquí, no es complicado compaginar las dos cosas.
¿Le han (o se ha) planteado grabar un disco con las letras de otro cabrero genial como fue Miguel Hernández, al que ya le dedicó una toná?
Sí que lo quiero hacer, cuando llegue el momento.¿Por qué decidió crear su propio sello discográfico, Atípicos y Utópicos? ¿Le habían dado la espalda las discográficas o le habían puesto condiciones inasumibles para grabar? Hace poco le oí decir a un guitarrista flamenco que, para grabar un disco, a un cantaor le exigían que incluyera muchos palos festeros y coros.
Yo no soy muy amigo de grabar a menudo, me gusta más llevar los cantes al directo, y con las discográficas uno tiene que cumplir plazos y sacar discos cuando lo mande el contrato. Teniendo nuestro propio sello, tanto yo como mi hijo Zapata grabamos cuando queremos y lo que queremos.

“Que estoy marginado, o censurado, está a la vista y no es que me queje, denuncio, que no es lo mismo”

Pese a no aparecer en televisión ni contar sus discos con un respaldo publicitario potente, suele atraer mucho público a los festivales en los que participa. Eso sí, se queja (no sin razón) de que no le incluyan, por ejemplo, en la programación de la Bienal de Sevilla ni en la del sevillano Teatro Maestranza. ¿Se considera marginado en ese sentido?
Que estoy marginado, o censurado, está a la vista y no es que me queje, denuncio, que no es lo mismo. No sólo en la Bienal, en muchas otras programaciones que se hacen con el dinero público, y otras cosas como, por ejemplo, la enciclopedia de artistas flamencos en la que sólo falto yo; será que no existo o ellos no quieren que exista.

Precisamente, el flamencólogo José Luis Ortiz Nuevo -fundador de la Bienal de Sevilla, la cual dirigió durante varios años- comentó, en una entrevista en Sevilla Cultural, que El Cabrero utiliza su cante más como bandera de enganche que como verdadera reivindicación. ¿Cómo encaja críticas de este calibre?
Yo reivindico lo que me parece hasta fuera del escenario; quiero decir que, en mi vida como ciudadano normal y corriente, reivindico cosas y hasta he ido a la cárcel por eso. Pero, ¿tú crees que a mí, con cuarenta años de trayectoria en el cante, me puede importar algo lo que diga este hombre? Lo que sí es cierto es que sigo aquí a pesar de él y de algún otro de la misma catadura.

Tengo entendido que su afición por el cante jondo le viene de escuchar, en su más tierna infancia, a su madre, muy aficionada al cante de Manolo Caracol. ¿Cuando canta ‘Carcelero, carcelero’ en sus conciertos es un homenaje a ella, al margen de al genial cantaor?
Yo le hago un homenaje a Caracol, por admiración, porque era un cantaor excepcional, como lo fue Mairena y otros… Pero, cuando canto, me expreso como soy yo y como lo siento.

¿Qué otros cantaores le han influido en su carrera?
Hay muchos, según las épocas y la andadura, pero Juan Talega, Fernanda (de Utrera), Mairena, Caracol, Fosforito, Chocolate… ¡Hay tantos! A mí me ha influido todo el cante grande que he escuchado; unos más que otros y en diferentes estilos. Bien que he escarbado para defenderme en esta maravillosa y difícil música que es el cante jondo.

Si yo le digo Paco Toronjo… ¿qué me dice usted?
Otro fenómeno, en su género. Un maestro del poniente andaluz. Engrandeció el fandango de su tierra y nos invitó a cantar bien por ahí. Por otro lado, Paco fue uno de los compañeros con quien más amistad he tenido durante mi carrera. Conociéndonos bien el uno al otro. Y teníamos algo en común: el regusto del fandango, que es hablar poco y decir mucho, las verdades de la vida. (Risas)

¿A quiénes admira del panorama flamenco actual?
Admiro a los que cantan bien, por derecho, sin aditivos, y me gustan más las voces gordas, naturales. Pero sé que hay artistas con voz fina que cantan muy bien. Yo no he escuchado en directo ni a la mitad de los jóvenes, por eso no te doy nombre de ninguno.

Pese a ser considerado un adalid del cante flamenco tradicional, ha grabado dos discos de tango argentino (‘Sin remache’ y ‘Por los caminos del viento’). ¿Qué le cautivó de este estilo musical en su adolescencia cuando viajaba ex profeso desde su pueblo natal a la estación de autobuses de Sevilla para escucharlo en una gramola?
Me cautivaron tanto la ternura como la bravura de sus historias y, sobre todo, para darle a cada tango su grandeza, la voz de Carlos Gardel. Ese fue el que me llevó al tango, desde bien pequeñito. Hoy, tengo toda su discografía, unos novecientos tangos, y cuanto más lo escucho, mejor canta.

Además, y pese a su perfil purista (entendido como un respeto profundo por los palos tradicionales), ha colaborado en discos de grupos de rock, como Marea y Reincidentes. ¿Cómo surgieron estas colaboraciones?
Ellos me pidieron que colaborara y lo hice, en flamenco y con mucho gusto. Con Reincidentes, fue en directo, en Marinaleda, y con Kutxi, grabé en el estudio que tenemos en casa.

“Quiero hacer un disco con letras de Miguel Hernández cuando llegue el momento”

¿Cómo surgió la gira con Peter Gabriel por EE UU en el 93? ¿Qué recuerdos guarda de aquello?
Peter Gabriel vio una película (‘El Cabrero: el cante de la sierra’) que hizo la televisión francesa sobre mí. Le gustó y acarreó conmigo y con mi ‘comparito’ Paco del Gastor. Hicimos casi un mes y recorrimos media Norteamérica más un concierto en Inglaterra. Recuerdo, sobre todo, el paisaje, todo a lo grande: los tamujos, como aquí cualquier chaparra de doscientos años; los árboles más altos que haya visto en mi vida; el cañón del colorado, por lo más estrecho, lo más impresionante que he visto en cortadura y desolación… Esas cosas recuerdo. Y en los conciertos, explanadas de público.

¿Dónde se siente más a gusto, cuando actúa en festivales, o en recintos pequeños, como una peña, donde la cercanía del público es mayor?
Mi disposición es la misma en los sitios grandes o pequeños. Lo importante es estar a la altura de este arte que defendemos, y eso no entiende de recintos.

¿Cuál es su palo preferido del flamenco?
Si tuviera que quedarme con un solo cante, sería por seguiriya, con tres: seguiriya, soleá y fandangos. Pero, si en ese momento me embisten otros, me defiendo con ellos. Quiero decirte que me gustan mucho, enormemente, todos los cantes, incluso esos que no hago y escucho en otras voces.

¿Por qué la seguiriya?
Me gusta la seguiriya porque es como un árbol muy difícil de escalar y del que es peligroso resbalar, porque tiene una música punzante, muy desgarradora, de ayes, y de fatigas… Es un cante grandioso entre los demás. Y va con mi temperamento y con mi voz. Por todo eso me gusta.

¿Puede avanzarnos algo sobre el contenido de ese nuevo disco de flamenco, ‘Pastor de nubes’, que tiene previsto grabar tras su gira de verano?
Voy a intentar hacer un disco serio, profundizando en cantes que ya he hecho y añadiendo algún estilo que no he grabado antes. La guitarra va a ser la de Rafael Rodríguez, que es quien me acompaña desde hace tres años y estamos los dos muy empeñados en el contenido.

Fuente: http://www.revistalaflamenca.com/

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