Adiós a Eduardo Serrano, El Güito para el arte, leyenda del baile flamenco a los 82 años. El bailaor madrileño, del flamenco barrio de El Rastro, fue un niño prodigio, tuvo como primer referente a Farruco y como maestra a Pilar López. Su baile por soleá quedará para la posteridad.
En 1959, logra un destacado galardón en el Teatro de las Naciones de París, el diploma como mejor bailarín de la temporada. Esto supuso un punto de inflexión en su carrera, despuntando ya en solitario.
En 1971 formó el mítico Trío Madrid junto a Mario Maya y Carmen Mota. En los ochenta, actúa como artista invitado del Ballet Nacional y presenta sus primeros espectáculos propios.
José Manuel Gamboa publicó ‘La cabeza del flamenco. Hechos y hechuras del maestro Eduardo Serrrano El Güito (Memorias P-Reparadas de un juncal desmemoriado)’, libro en el que recopila sus vivencias.
Tras su retirada de los escenarios, ejerció la docencia en la Academia de Baile Amor de Dios. «Su baile es —en palabras de José Luis Navarro García en su ‘Historia del baile flamenco’— la quintaesencia de la danza apolínea. Cada movimiento es una actitud escultórica. Es un baile sobrio, pausado, elegante y varonil. Un baile al que nada le falta y nada le sobra».