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Actulizado 12:40 PM UTC, May 17, 2025

Málaga ampara a David Palomar

IV Ciclo ‘Flamenco lo serás tú’. ‘Desamparao’. Cante: David Palomar. Guitarra: Óscar Lago. Transiciones sonoras: Calde Ramírez. Dirección: José Troncoso. Guión y dramaturgia: José Troncoso y David Palomar. Lugar: Teatro Cervantes de Málaga. Día: Jueves, 24 de abril de 2025. Aforo: Dos tercios.

La gira de presentación de ‘Desamparao’, el nuevo espectáculo de David Palomar, recalaba en el Teatro Cervantes y Málaga amparó al cantaor gaditano. El coliseo malagueño registró una buena entrada para asistir a este recital dramatizado del cantaor gaditano, al que premió con un largo y caluroso aplauso.

Aparece sentado a pie de escenario, ataviado con traje de chaqueta rojo de pies a cabeza, y se dirige al público con estas palabras: «Soy David Palomar y vengo del barrio La Viña. Os voy a hacer el ‘Desamparao’, al que esa ciudad que conoció se la habían robado. Desamparao en un mundo donde no encaja, pero tampoco quiere encajar».

Principia por martinetes, solemne, toda una declaración de principios. Hay una transición sonora en la que, con estruendo, se muestra reivindicativo: «Soy lo que quiero ser. ¿En qué momento las cosas dejaron de ser lo que tenían que ser?» Y si hay un palo del flamenco cuyas letras sean sentencias son los fandangos, como los de Macandé, pintiparados para la ocasión.

Tras una transición sonora de tormenta, el Pregón de los caramelos, también de Macandé. Nuevo estruendo sonoro, se atavía con sombrero y fular blancos y bastón para dar paso a hablar sobre El Mellizo o Chano Lobato y el ángel de los cantaores gaditanos. Canta por soleá, de pie, como el resto del recital y pellizca en el remate. Alude a Curro Durse, Macandé y Manolo Vargas, «cante gitano de caramelo» y lo ejemplifica. Y también hace lo propio con Chano Lobato y sus tanguillos.

Tumbado en el suelo, evoca la época romana como lo haría El Beni de Cádiz provocando la hilaridad del respetable, y enhiesto de nuevo se acuerda de Pericón por bulerías. Baila con ángel y con mucha guasa.

También evoca a El Cojo Peroche, Santiago Donday, Rosa La Papera y su hija La Perla, entre otros. «Alegrías las de Cádiz, que van mecidas y dejan espuma de sal», espeta. Óscar Lago, solvente en todo momento, emula a Parrilla tocando de pie sobre la silla y Palomar sabe a Cai en cada tercio… Los dos llenan el escenario.

Se oye un barco y el cantaor gaditano grita: «¡Dónde estáis! ¿De qué manera las cosas dejaron de ser las cosas?», se pregunta con nostalgia. «¿Dónde proyectan ahora la película de lo que fuimos? Ahora todo es un solar indecente», se desahoga. Pero también lanza un mensaje esperanzador: «Arriba, desamparao, ponte en pie y adelante. Canta y que el eco te acompañe».

Por seguiriyas, como ya explicó en la entrevista previa en Fuengirola TV,, «Ramón Soler —flamencólogo malagueño— me ha ordenado los cantes y me ha dicho: «Haz este estilo de seguiriya de La Niña de los Peines, éste de Andrés Loro…» Que éste sí nos lo hemos imaginado, porque ese cante de seguiriya no está registrado y nos hemos imaginado que tiene una mezcla entre Manuel Molina y Manuel Torre. Y yo lo he hecho a mi manera». Pues eso. Da las cinco pesetas del duro y estremece al más pintado con su quejío.

Suena música sacra mientras se proyectan imágenes de Cristo y Palomar se desprende de sus zapatos, la chaqueta y la camisa. Evoca a Camarón en Como el agua, pero a su manera personalísima. Cosecha un largo y calurosísimo aplauso.

«Para mí es un vértigo estar aquí en este teatro, tan coqueto y majestuoso. Ustedes me dais la mano y más y yo os doy la mía. El teatro siempre me ha fascinado», explica en la despedida.

Fotos: Daniel Pérez / Teatro Cervantes.

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