Julio Fajardo (Otívar, Granada, 1965) acumula en su haber infinidad de galardones en concursos -más de 40-, como la Volaera Flamenca de Loja (2010) o el primer premio del Concurso de la Federación Provincial de Peñas Flamencas Granadinas (2016). Tras grabar tres discos junto a su maestro, el cantaor y profesor Alfredo Arrebola, y colaborar en otro, publicó el pasado año su álbum de debut, ‘Recordando‘.
Asegura tu maestro Alfredo Arrebola en el prólogo del disco que “ha sido una de las mayores glorias” de su vida artística “gozar” de su audición, al tiempo que te considera “uno de los mejores intérpretes del arte flamenco”. ¿Cómo se te quedó el cuerpo después de leer esto?
Pues imagínate, para mí todo un orgullo que una eminencia como Don Alfredo Arrebola diga esto de mi persona y de mi trabajo.
Cita el cantaor y profesor Arrebola a Chacón, Juan Breva, Manuel Vallejo, El Carbonerillo, La Niña de los Peines, Tomás Pavón, Manuel Torres, Antonio Mairena, El Pena Hijo… como tus maestros. ¿Son ellos a quienes señalas como tus inspiradores en la composición de tu disco en el apartado de agradecimientos?
Si, son las fuentes de las que he bebido.
En tu álbum tienen mucho protagonismo los cantes de compás: tangos, soleá por bulerías, rumba, bulerías, caracoles, pregón por bulerías, guajiras, seguiriyas. Explica Alfredo Arrebola en su texto introductorio que tu hermano José, guitarrista, ha influido decisivamente en que cantes siempre “muy acompasao”.
Por supuesto, desde niño he escuchado flamenco en mi casa y he tenido la gran fortuna de tener a mi hermano José, que es guitarrista, y con él empecé a dar mis primeros pasos; y él fue quien me enseñó lo poquito que sé hacer.
Entre la amplia nómina de colaboradores, hay dos palmeros muy solicitados por artistas destacados del género, como Poveda, Arcángel o Argentina, Los Mellis. ¿Cómo ha sido trabajar con ellos?
Un placer, la verdad es que he tenido la gran suerte de actuar también en directo con ellos y son dos fenómenos.
«Puedo dar un recital en una peña con cantes más jondos, pero también en un teatro con cantes menos jondos; intento adaptarme al público»
Hay dos composiciones de tu autoría, la soleá por bulerías, que le dedicas a tu padre, y los caracoles. Háblame de ellas.
Una se la compuse a mis padres, que para mí son la luz que me guía y me protege cada día y quería en este trabajo discográfico tener un tema para ellos, y de aquí viene el título de este trabajo, ‘Recordando’, precisamente, recordándolos a ellos y a los artistas de los que he bebido durante toda mi vida; y otro tema se lo hice a mi hija que es quien me da las fuerzas y las ganas de seguir luchando.
Volviendo al maestro Arrebola, califica ‘Recordando’ como «una magnífica y didáctica obra flamenca». ¿Has pretendido que lo fuera (me refiero a lo de didáctica)?
Sí, cuando te pones a hacer un trabajo como éste, sabes que es muy complicado porque nunca estás conforme totalmente, siempre quieres mejorar, pero llega un momento en el que dices, ya. Si no no acabas nunca.
¿Cuál es tu palo?
Me considero un cantaor redondo, como se suele decir; la verdad es que tengo bastante repertorio, puedo dar un recital en una peña con cantes más jondos, pero también puedo dar un concierto en un teatro con cantes menos jondos (más suaves); intento adaptarme siempre al público que tengo delante, es muy importante saber qué quieren escuchar de ti en cada momento.
«Además de los cantaores de los que he bebido, Chacón, Vallejo, Pastora, Tomas, etc., un cantaor que me ha marcado muchísimo ha sido Luis de Córdoba»
¿Quiénes son tus referentes actuales?
Siempre lo digo, que además de los cantaores de los que he bebido como Chacón, Vallejo, Pastora, Tomas, etc., un cantaor que me ha marcado muchísimo ha sido Luis de Córdoba. Recuerdo de niño cómo lo escuchaba cada día en mi casa y escuchándolo en los casetes, miraba la portada para saber qué cantes eran y allí fue cuando me enganché y fui aprendiendo los palos del flamenco.
¿Cómo ves la situación actual del flamenco?
Mal, la verdad que mal; en estos momentos tan difíciles que estamos atravesando con esta pandemia, peor todavía. Es muy difícil, pero los que somos aficionados de verdad no tiramos nunca la toalla y seguimos trabajando cada día por y para el flamenco.
Disculpas, pero no se encontraron publicaciones relacionadas.