
Fiesta del XLVIII Aniversario de la Peña El Canario de Colmenar. Cante: Ezequiel Benítez y María Elena Pino La Cuqui. Guitarra: Paco León y Juan Moreno. Lugar: Peña El Canario de Colmenar. Día: Sábado, 1 de febrero de 2025. Aforo: Completo.
Socios y aficionados de Colmenar y pueblos vecinos se dieron cita para celebrar el XLVIII aniversario de la peña y disfrutar de una gran noche de flamenco.

Como es tradicional, abrió el acto el vencedor del Concurso de Cante Arrierito de Colmenar, que en su trigésimo primera edición fue la cantaora malagueña María Elena Pino. Estuvo acompañada a la guitarra por Juan Moreno. Ambos han actuado juntos en numerosas ocasiones, por lo que muestran una gran complicidad artística. Se abre paso la soleá, en medio de un impecable silencio: «Si sufres, sufre callando// y no publiques tus penas// aunque te estén ahogando// que nadie se ría de ellas». Prosigue por granaína y media granaína; La Cuqui modula su voz, esa «voz que acaricia el alma”, como dijo de ella Macarena, presentadora del programa ‘Al Compás’. Por tangos, ejecuta un cambio de tercio para dar paso a cantes festeros. Aquí aparece la bulería, para despedirse después con un ramillete de fandangos.
Tras unos minutos de descanso, subió al escenario Ezequiel Benítez, un cantaor novedoso, con personalidad, y que nunca defrauda. A la guitarra Paco León, tocaor del Puerto de Santa María, cuyo estilo transmite el aire de la escuela de Jerez: los Morao, Parrilla, etc.

Ezequiel, con su flamenquísima voz, se mete al público en el bolsillo desde los primeros compases y lo hace por soleá: «Por ser yo un hombre bueno// dice la gente que yo no voy bien.// Lo que no sabe esa gente// es que el mundo vive al revés». La guitarra de Paco León acompaña a la perfección a este cantaor con el que tiene una completa identificación. Continuó por alegrías. «Canta con mucho sentimiento», grita un espectador. Le sigue una malagueña, compuesta durante la pandemia por él mismo y dedicada a un amigo: «Transmito lo que voy sintiendo y lo que voy viviendo». La guitarra prepara el terreno para que escuchemos: «Yo tuve la suerte// de tenerlo cerquita mío// y es tan grande tu recuerdo// que ahora que te has ido// más presente te llevo”». Y llora la guitarra de Paco, poniendo al público de pie. Por bulerías muestra su gracia y compás. Le siguen varios fandangos y retoma una bulería con la que se arranca al baile. Se despide, entre los aplausos del público, por fandangos.
Los artistas han sabido conectar, en todo momento, con el público y éste sale satisfecho después de dos horas y media de actuación.