Los hermanos Juan y Antonio Carmona, hijos del añorado Juan Habichuela; y Josemi Carmona, primo de éstos e hijo de Pepe Habichuela, allí presente, al que le dedicaron un tema («Gracias a él somos músicos»); gozaron e hicieron gozar al público que llenó el auditorio del Starlite Festival de Marbella en la vuelta de Ketama a los escenarios tras catorce años de su disolución.
Aparece primero Josemi Carmona, luego Juan y por último Antonio, que se mezcla entre el público mientras canta Carta canción. Arropados por una gran banda, que suena tremendamente compacta (bajo, batería, percusión, saxo y trompeta), con los coros flamenquísimos de Los Mellis.
Muy pronto llega uno de los himnos de estos adalides del flamenco fusión, Vengo de borrachera, muy celebrado por el respetable. Se percibe muy buena armonía entre ellos.
Juan Carmona presenta a su primo Josemi como «una de las grandes guitarras del panorama flamenco, y no flamenco, un genio». El hijo de Pepe Habichuela toca una pieza instrumental y, a continuación, otra ya con el resto de la banda casi al completo, con Los Mellis al cajón. Mezcla la técnica flamenca con una digitación más propia del rock, usando los dedos de su mano derecha a modo de púa.
Juan Carmona toca una pieza instrumental dedicada a las poetas del 27 y a cuatro mujeres de su familia, allí presentes, su parejja y la de su tío Pepe Habichuela, entre ellas. Bella y reposada. «Tortilla de lexatines», bromea.
Antonio Carmona, guitarra en ristre, improvisa a dúo con su primo Josemi a compás de bulerías y le dedica un tema a sus hijos a solas con su guitarra. «Estáis muy callados», le espeta al público antes de arrostrar otro clásico, Problema. Y con Agustito, ponen al respetable en pie y dicen adiós.

