En la perla del Caribe
cantaba negra mulata
la tristeza de un amor
que se fue al Mar del Plata.
¡Ay, el ron de la caña
y el embrujo de tu cuerpo
amaneciendo conmigo
en el morro de aquel puerto!
De Cuba traigo el tabaco
y este acento sabrosón,
y en las caderas la rumba
con que te bailo este son .
¡Ay, amor qué tierno eres
cuando pronuncias mi nombre
y mi cuerpo por tu cuerpo
a tu ternura responde!
Tiene mi negro cubano
en la voz la caña dulce
y azúcar pone en mi oído
cuando su voz me seduce.
¡Ay, el ron de la caña
y el embrujo de tu cuerpo
amaneciendo conmigo
en el morro de aquel puerto!
Encarna Lara (del libro inédito ‘Al compás de la rima’)