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Noche plena con el Maestro Manolo Franco, referente de la guitarra flamenca

III Benalmádena Flamenco Guitar Fest. Guitarra: Manolo Franco. Cante: Mercedes Abenza. Palmas: Juan El Laike. Lugar: Peña Flamenca La Repompa – Castillo Bil Bil de Benalmádena (Málaga). Día: Martes, 18 de febrero de 2020. Aforo: Lleno.

Comienza la tarde-noche a las puertas del Castillo Bil-Bil cargada de buenas vibraciones, grandes jóvenes artistas, muy buenos aficionados y grandes artistas ya consagrados. La buena armonía fluye entre todos para dar comienzo a lo que se augura un gran concierto.

Las palabras de uno de los grandes referentes en la guitarra malagueña, como es Andrés Cansino, sirven como carta de presentación del gran artista que nos aguarda. Realiza un recorrido exacto y escueto de la gran trayectoria de Manolo Franco en sus más de 45 años dedicados a este arte, codeándose y compartiendo escenario con los más grandes artistas de cada disciplina, como son el baile, el toque y el cante.

Abre el concierto con un toque por mineras en La bemol frigio, en el que se queja cada nota, dando serenidad en los pasajes ad libitum, en los que se abre una dimensión emocional de gran profundidad.

Seguidamente, arranca con una soleá por arriba con una salida magistral que envuelve de graves toda la sala. Empieza a tomar forma con su toque peculiar, característico de una trayectoria consolidada, en la cual suenan armonías alternadas de bajos y agudos con melodías totalmente equilibradas. En muchas de ellas, desde el punto de vista guitarrístico, me hacía partícipe de estar en una de sus clases magistrales o de estar escuchándolo en un gran festival junto a un gran cantaor. Me venían cantaores a pares a la cabeza. Culmina la pieza llevándola a un compás más airoso, hasta rematar con preciosos rasgueos.

Pasa a las alegrías, agradeciendo previamente al respetable la gran ovación y aplausos en cada final. Salen a escena Mercedes Abenza, al cante, y Juan El Laike, a las palmas, que lo arropan con poderío y mucha fuerza en unas alegrías con una trayectoria muy detallada y gaditana, rematada con un gran alzapúa de cierre.

No podían faltar sus Aires de guajiras, con un toque perfecto y súper airoso, con matices musicales latinoamericanos, como si de un propio tres cubano saliera, culminado por un estribillo cantado con fuerza y dulzura, rematando la sonanta con mucho mimo.

Llegamos al epicentro de la actuación, donde el Maestro está en la cúspide y desafina la sexta y prima a Re, compartiendo con los presentes sus ganas de una nueva grabación como solista antes de arrancar por seguirillas a un 3×4 6×8 muy avivado, eso sí huyendo de la prisa y colocando cada nota en su tiempo, creando una armonía envolvente y arrolladora, rematada por compases con acordes a cadencia andaluza y un remate a contra. ¡Una maravilla!

Con la misma tonalidad, continúa por tangos acompañando al cante en algunos matices y estribillos muy bien cuadrados, en los cuales rebosa de sentido y recursos técnicos, llevándoselos a su terreno y enriqueciéndolos de melodías arpegiadas con mucho soniquete hasta el final.

Se despide y agradece, una vez tras otra, en sus palabras al público tan cabal que le arropaba con un fin de fiesta por medio en el que goza de contras y melodías como si de una pieza de cuatro movimientos de tratara. Le cantan una y otra letra y a modo de sonrisa contesta con gran sabiduría, rematando las bulerías por menores, con unas cadencias casi abandolás, propias de su gran sello.

En definitiva, una noche plena con uno de los referentes en la Champions League de la guitarra flamenca, que, como comentábamos más de un compañero enamorado de este arte, hizo falsetas para grabar cinco discos. Grande, Maestro Manolo.

Fotos: Pellizco Flamenco
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