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Iván Chaskío se alza con el XLIV Concurso Mirando a la Torre

La Peña Torre del Cante, acogió la final del XLIV Concurso de Cante Mirando a la Torre, que organiza esta peña con la colaboración del Área de Cultura del Ayuntamiento.

A pesar de la competencia del fútbol, con la final de la Copa del Rey, el local se llenó de aficionados ávidos de escuchar buen cante. Nadie salió decepcionado. En este concurso, los artistas deben interpretar cuatro cantes libres, sin poder repetir el de la fase clasificatoria. El sorteo deparó el orden de actuación, iniciado por Enrique Afanador, cantaor de Trebujena (Cádiz), que interpretó seguiriya, alegrías de Cádiz, fandangos y bulerías. Estuvo acompañado a la guitarra por Antonio Soto, guitarrista oficial del concurso.

En segundo lugar, los aficionados pudieron contemplar a Julia Moreno La Debla, procedente de Lopera (Jaén). La joven cantaora, de diecinueve años, junto al guitarrista Paco González, sembró la noche con la malagueña de La Trini, martinetes, farruca y tangos de La Repompa.

Tras un descanso de quince minutos, retoma el cante Iván Chaskío, de Alicante, que arropado por la guitarra de Javier de Ana María, nos ofrece seguiriya, milonga, tangos y fandangos.

Y para concluir el cuarteto de participantes, sube al escenario Raquel Salas, cantaora de Bollullos Par del Condado (Huelva), con la bajañí de Mané Ortega. Va a cantar por marianas, tangos, soleá y remata con granaína y media granaína.

El presentador, Luis Ortega, informa de que, en tanto se produce la deliberación del jurado, actuará el cuadro flamenco de Fernando Santiago, compuesto por este bailaor, junto a Miguel Ángel Heredia, Manuel de la Curra, Cristóbal García y la guitarra de Rubén Lara. Si hay una palabra acertada para definir el baile de Fernando Santiago, sin duda, esa es temperamento. Sus movimientos, gestos, desplantes y la expresión de su rostro lo dicen todo.

Y he aquí a un público expectante pendiente de la decisión del jurado. Francisco Manuel Donaire, secretario de la Peña, será el encargado de entregar dos premios correspondientes a la fase previa, el de Recuperación de cantes, que correspondió a la farruca interpretada por la onubense Raquel Salas y el premio especial a la malagueña, obtenido por Iván Chaskío. Cada uno de ellos dotado con 300 euros.

El maestro de ceremonias acrecienta el suspense por conocer el ganador de la gran final. Francisco Guzmán Merino, presidente del jurado tiene la clave. La decisión no ha sido fácil, compite el compás de Afanador, el soplo de aire fresco de La Debla, el dominio del cante de Chaskío y el torrente de voz de Raquel. Por fin se va desvelando el escrutinio, el cuarto premio, 400 euros y trofeo, para Julia Moreno La Debla. El tercero será para Enrique Afanador, le corresponden 500 euros y trofeo.

Antonio Sánchez, presidente de la peña anfitriona, tiene en sus manos el sobre del segundo premio, que entregará a Raquel Salas, cantaora que ganó el Concurso de la Federación Provincial de Peñas Flamencas de Málaga en 2024. Le van a corresponder 1.000 euros y trofeo. Y se remata la ceremonia con la entrega por parte del alcalde, Joaquín Vilanova, del primer premio, que será para Iván Chaskío: 2.200 euros, trofeo y actuación en la edición de 2025 del Festival Torre del Cante.

Este cantaor, desde que en 2023 ganase el Concurso de la Federación Provincial de Peñas Flamencas de Málaga, no ha parado de cosechar éxitos y se está dando a conocer cada vez más en la provincia malagueña y por Andalucía. Suele estar acompañado por el joven guitarrista Javier de Ana María, que con sólo quince años muestra una soltura en el toque y un buen hacer digno de admiración. «Cuando me subo al escenario voy a muerte», fueron las palabras de Iván Chaskío tras recibir el premio. Mostró su satisfacción y reconocimiento hacia el resto de cantaores y cantaoras que tan dignamente han competido en el Concurso y, a petición del público, se despidió por bulerías. No sin antes exclamar: «Me voy con el alma llena de felicidad».

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