Ayúdame a tenerte informado

Actulizado 1:01 AM UTC, Apr 24, 2024

¡Y el flamenco se me inyectó!

La música en general, y entonar alguna que otra canción, siempre me llamó la atención. En casa, de pequeño, recuerdo que mi madre me decía: “Chico, canta algo, anda”. Y a mí, como me daba mucha vergüenza, me ponía detrás de las cortinas y así tarareaba alguna cancioncilla que escuchaba de mi madre. Ya con quince o dieciséis añillos, me gustaba mucho escuchar a un grupo rockero que marcó una época, Tequila. Me sabía todas sus canciones. Así estuve durante un año, más o menos. Luego, empezaron a llamarme mucho la atención las rumbas y me enamoré totalmente de Los Chichos, sobre todo del gran Jeros, también conocido como el del medio de Los Chichos. Por supuesto, también escuchaba a Los Chunguitos, Bordon 4, Los Amaya, Los Calis, Tijeritas y rock andaluz (Triana, Alameda, Medina Azahara).

Hasta que un buen día, oigo una grabación con una voz interpretando un palo del flamenco llamado granaína. Tendría unos dieciocho o diecinueve años. En aquel tiempo, yo no apreciaba lo que era una granaína o granaina y media, seguiriyas, soleares, fandangos, tangos, etc. Pero eso sí, aquella voz me cautivó y a partir de ahí comencé a escuchar todos y cada uno de sus discos y a interesarme más por el flamenco. Reconozco que estuve demasiado tiempo escuchando esa voz, ya que como intérprete y con esa nueva forma de hacer flamenco, no creo que nazca nadie más como José Monge Cruz, Camarón, y todavía hoy no me canso de oírlo. Pero para aprender el cante flamenco, hay que estudiarlo de los más viejos. Eso sí, mi afición y la pasión que hoy tengo por el flamenco se las debo a Camarón.

Hoy día, a mis 53 años, recibo clases de cante flamenco en nuestra peña flamenca Unión del Cante de Fuengirola-Mijas. Sólo llevo cuatro años; tres con José García Vílches El Petro y José Antonio Rojas, como profesores de cante y guitarra respectivamente, y este cuarto recién iniciado con Rocío Alcalá, a los cuales les agradezco enormemente que me sigan alimentando de esta droga llamada flamenco.

No quiero dejar en el olvido a todos mis buenos amigos aficionados y profesionales que cada vez que nos reunimos echamos muy buenos ratos en nuestra peña o donde sea, como: Diego Morilla, profesor de guitarra en la Casa de la Cultura de las Lagunas de Mijas-Costa; Paco Aragón, estupendo guitarrista; El Tapi, etc, etc. Y, por supuesto, al editor de esta gran revista digital de flamenco, Francisco Reina.

Etiquetas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.