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Actulizado 1:01 AM UTC, Apr 24, 2024

Rocío Márquez: «Hoy se premia la reproducción exacta, no la creatividad artística»

«Pastora, Chacón y Marchena no cantan igual en distintas grabaciones. Hoy se premia la reproducción exacta y no la creatividad artística. ¿Cómo se van a crear cantes nuevos? Yo me identifico más con nuevas búsquedas», argumentó Rocío Márquez en el transcurso de su charla sobre ‘La técnica vocal en el flamenco’, tema de su tesis doctoral, que expuso el pasado lunes en La Térmica de Málaga, dentro del ciclo ‘Flamenco: Tan lejos, tan cerca’, organizado por la Diputación Provincial y la Fundación SGAE.

Con nueve años, la onubense ya cantaba y con once, tenía nódulos en las cuerdas vocales. Sensibilizada con este tema, pasado el tiempo, publicó su mencionada tesis sobre el particular y pudo constatar que «la mayoría de los cantaores no ha estudiado técnica vocal. El flamenco se va academizando; se pierden unas cosas y se ganan otras. Ya en tiempos de Silverio, se hablaba de perder la pureza por sacarla de los cuartos. Son miedos que siguen existiendo».

A lo largo de su exposición, Márquez explicó, ilustrándolo con pinceladas de su arte, cómo los cantaores tienen distintas formas de colocar el cante, que dependen en buena medida de la propia fisonomía del artista, pero también de la opción estética por la que éste se decante (influyen aquí, a su juicio, las modas, el contexto socio-político, etc.).

Para llegar a este corolario, la onubense partió de la base de que «en el flamenco bebemos mucho de la opinión subjetiva y de los sonidos negros de Lorca», por lo que decidió realizar entrevistas a compañeros de profesión como José Valencia, Estrella Morente, Arcángel o Calixto Sánchez, entre otros; y hacerse una resonancia magnética cinemática, que sí le permitía moverse mientras cantaba, al contrario que la resonancia magnética normal.

Pudo concluir con su estudio que «existen varias maneras de usar la voz, resultado de proyectar el aire en las distintas cavidades resonadoras; que la estructura corporal condiciona el empleo de la técnica vocal y que las distintas formas de proyectar el aire o colocar el sonido en las cavidades resonadoras originan diferencias significativas que dan lugar a dos grandes grupos: senos frontal y maxilar-nasal (delante) y senos esfenoidal y etmoidal (detrás)».

Como ejemplo de la colocación de voz en los senos frontal y maxilar-nasal, citó a Estrella Morente. «Tienes menos volumen, pero más dulzura. Marchena, Vallejo, Chacón o Pastora colocaban así la voz», explicó, al tiempo que agregó que «también va por modas. Se está volviendo a esa colocación».

El caso contrario, de colocación de la voz en los senos esfenoidal y etmoidal, lo ejemplifican, a su entender, cantaores como Naranjito de Triana, Antonio Mairena o José Valencia. «Es un sonido redondo, con mucha fuerza y volumen», apunta.

En su caso, asegura que visualiza el color que quiere «y en función de ello coloco el cante delante o detrás. Lo que sí noto en la garganta es cuando me rozo las cuerdas vocales y nasalizo la voz, porque tuve los nódulos». Un docente y cantaor aficionado allí presente explica que «la clave es no agotar el aire y no cantar de garganta, sino impostar la voz».

Márquez subraya que otros factores que condicionan la forma de cantar son la estructura corporal (cuello, cara y cuerpo), la basculación de la pelvis e incluso los cambios hormonales (cita como ejemplo la menstruación). «No todos los días son iguales y eso afecta a la afinación. Si te conoces bien, ese día bajas medio tono la guitarra».

Relata, asimismo, que fortaleció la zona abdominal y cómo esto le ha permitido, con su respiración intercostal, alargar muchísimo los tercios, lo cual ilustra interpretando el macho de Manuel Molina con pasmosa suficiencia ante la admiración del público allí presente.

Procura elegir la forma de colocar el cante según el palo y su referente. Verbigracia, en las bulerías, «Pastora, delante; Utrera y Lebrija, detrás. Busco técnicas mixtas, para no aburrir y no cansarme yo».

¿Cuál es tu palo preferido? Le preguntan. «Según como esté de ánimo. Si estoy triste, no puedo cantar por alegrías; o si estoy alegre, por seguiriyas. No puedo transmitir una emoción que no siento. Porque soy cantaora, no actriz».

Por último, dejo algunas reflexiones sobre los conceptos pureza y compromiso político del cantaor: «Lo que me interesa de un artista es que me sorprenda y se tire a la piscina. La pureza es que cada uno sea auténtico consigo mismo. No es obligatorio una percepción política del flamenco, pero si la tienes, debes seguirla». Y dijo adiós interpretando el Romance a Córdoba, de Marchena.

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